LA GUERRA (2)

15 de noviembre de 1936. = Quedamos anonadados. No nos lo acabábamos de creer. Parecía imposible que docenas de salvajes procedieran contra la voluntad de la mayoría del vecindario.

El número de habitantes de la Puebla pasa de dos mil; y es seguro que muchos más de las dos terceras partes vieron con horror e indignación los actos vandálicos y sanguinarios mandados por el Comité. Y sin embargo, nadie se echó a la calle para impedirlos. Se consintieron! Los consentimos!. A todos nos toca algo de parte en la cobardía general.

Fueron sólo tres los que vinieron a por los sacerdotes. Tres nada más. Uno de ellos, de Benigánim. Y siendo sólo tres, incapaces, por consiguiente, de intimidar al Comité, que contaba con veinticinco guardias y milicianos municipales a sus órdenes, salieron con su intento sin ninguna dificultad, a pleno día, atendidos, favorecidos y ayudados por el repetido Comité y su ralea.

Estoy seguro de que si una veintena de hombres se hubiese presentado en la plaza y encarado con las varias categorías de valientes que allí estaban, no se llevan a los curas.

Un grupo de hombres bien unidos y dispuestos siempre, hubiera sido la salvación de aquellas personas y una amenaza constante al Comité, obligado así a portarse de otra manera.

Unidos siempre, nada malo nos podía ocurrir. Los ejemplos de valor son también contagiosos. La dificultad estribaba en que los primeros pasos hacia la indicada unión, surtieran efecto. Conseguido el primer núcleo de hombres, ya hubieran acudido los otros con más facilidad.

Yo no digo que nos levantásemos contra el régimen. Eso es una obra magna que se está debatiendo en los campos de combate. Pero impedir los asesinatos, sí que hubiéramos podido, con tal de revestirnos de valor y unión... No hubo ni lo uno ni lo otro y se pudieron perpetrar los crímenes que aquí y en toda la España roja se han cometido. Y se siguen cometiendo. Y se cometerán.

Tengo la conciencia tranquila respecto de intentar la unión. Algo insinué y me miraron con horror: yo era un imprudente; debíamos tener paciencia y no meternos en líos; y sobre todo no había que exagerar el peligro, pues no pasaría nada... Ya se ha visto, pues.

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Fuera del asesinato incalificable, ningún acontecimiento revistió gran importancia para nosotros. El magno crimen sangriento lo velaba todo.
Y ocurrieron muchas cosas, varias de las cuales relataré, aunque sucintamente, sin fijar fechas, pues en las recientes semanas, la nota obsesionante de la muerte de mis amigos, me oscurecía todo lo demás.

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Un atardecer de primeros de octubre estaban en casa el médico Vila varias mujeres del vecindario escuchado "Radio Zaragoza" y oyeron que decía: "Un valenciano que ha logrado pasar la línea de fuego, para reunirse con su familia, dice que se encuentra bien". Ellas supusieron que se trataba de Víctor y nos lo hicieron saber, dándonos con ello gran consuelo, porque realmente debía ser Víctor, ya que él nos dijo antes de marcharse, que por radio nos daría noticias suyas con esas o parecidas palabras.
Berta y mamá lloraron de alegría.

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Un día, cuando estábamos comiendo, se presentó en casa SP -C- con orden del Comité de que Rafael y yo fuésemos a cortar uva de un campo robado a la familia de don Blas Boscá (q.e.p.d.) Era uva que se había de enviar a los milicianos en campaña. Obedecimos incluso con gusto. Siempre era aquello una distracción; y a mí las faenas del campo me agradan, como no sean las muy fatigosas.

Los cortadores de uva éramos Rafael, Manuel Vera Laliga -cuñado de Adrián el carnicero- y yo.

Las limpiadoras de uva fueron muchas, entre las cuales se contaban mi esposa, que acudió voluntariamente, para estar conmigo, Amalia Soriano, Teresa Millet -mujer de Manuel Vera-, la esposa del maestro Recuenco, Fina Gosalbo García -esposa del maestro don Emiliano Alvarez Francisco-, Consuelo Serrano -casada con Lluesma-, una hija del teniente de artillería don Ramón Boscá -Ramón de la Plantá-, una hija de Ignacio Catalá, o sea de Nasio el alguacil; la hijastra de Blas Salvador; y otras muchas más que no recuerdo.

Cumplimos nuestro cometido admirablemente. Pensaban que solo podríamos hacer una docena de basquets y vieron con sorpresa que los señoritos trabajábamos tan aprisa, tan bien o mejor que muchos labriegos, pues que llegamos a confeccionar dieciocho bultos de uva.

Al regresar a casa tan campantes, las chicas cantando y todos risueños, los vecinos y vecinas se asomaban a vernos; y yo creo que les daba rabia la tranquilidad de nuestro porte. Hubieran preferido vernos entristecidos y avergonzados.

No volvió el Comité a llamarnos para trabajar.

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Otro día, Toni Salamanca vino a casa a decirnos que sin pérdida de tiempo quemásemos todo lo que tuviese carácter religioso; imágenes, cuadros, estampas, medallas, rosarios, devocionarios, mantillas, silletas de misa, libros de apologética, etcétera, etcétera. Todo lo que oliera a Religión, por poco que fuese, había de ser destruido, pues de lo contrario, él no respondía de nuestras vidas. Yo le dije:
- ¿Eso lo ha dispuesto el Comité?
- No señor.
- ¿El Gobierno?
- Tampoco
- ¿El gobernador, pues?, ¿Pues con qué derecho se mete nadie en casa de uno?
- Es que así lo quieren los de la C.N.T. y los de la F.A.I, que son quienes realmente mandan. Los Comités no pueden impedirlo, porque si se opusieran los matarían a todos.
- Caray con el matar! ¡No saben otra canción! Si los Comités no quisieran, estas cosas no pasarían.
- No lo crea usted. No puede ser. Y sigan mi consejo: quémenlo todo y no dejen nada, pues mañana o a más tardar pasado mañana, vendrán y registrarán las casas...
Le contestamos que haríamos como decía. Y se marchó.
Caramba con Salamanca! Tratándose de otro no hubiéramos hecho caso; pero conocedor de los asuntos del Comité, había que escucharle con atención, pues no cabía duda de que sabía muy bien cuanto allí se tramaba.
Muy lejos de nuestro pensamiento quemar ni destruir nada. Lo esconderíamos todo, lo mejor que pudiéramos, y Dios nos asistiría. Pero nos repugnaba sobremanera tener que ocultarlo. Nos parecía una vergonzosa claudicación, una negación de Cristo... Sin embargo, habíamos hecho más demostraciones de fe que nadie en el pueblo. Todos, desde el principio de los sucesos, habían retirado ya de la vista del público, las imágenes y los signos religiosos y eran muy pocos los que los conservaban. La negación fue general. Hacía varias semanas que la mayoría quemaron todo lo religioso para librarse de las iras persecutorias. En cambio nosotros, dicho sea sin vanagloria y únicamente para que conste la verdad, tuvimos un cuadro del Corazón de Jesús, con las promesas, expuesto a la vista de todo el mundo, en la planta baja, mirando a la puerta de la calle, de modo que cuantos pasaban por ella lo podían ver con la mayor facilidad. Era imposible entrar en casa y no verlo. Antes de esto, bajé una noche y vi que no estaba el cuadro. Averigüé quién lo había quitado; fue Remedio, la mujer del asalariado lo descolgó y escondió por miedo a que les pudiera ocurrir a ellos cualquier cosa desagradable. Restituí el cuadro a su sitio y le advertí a dicha mujer que si decían algo, declarase que aquel cuadro era mío. Yo no temía nada. Él nos guardaría, a nosotros y a la casa, de todo mal...

Pero la verdad: la indicación del bueno de Salamanca fue una formal y directa amenaza; y hubiera sido una temeridad inútil no seguir o no fingir que seguíamos su consejo. Con todo el dolor de nuestra alma quitamos el indicado cuadro y todos los demás, como asimismo las imágenes, estampas, crucifijos y cuantos objetos religiosos y libros de piedad teníamos, los metimos en un viejo cofre muy grande y entre Domingo el asalariado y yo hicimos un hoyo en la bodega, lo revestimos de paja, pusimos allí el cofre, le echamos paja por encima, lo cubrimos después con tierra que apisonamos bien y quedó tan perfectamente disimulado que nadie lo podía descubrir si no estaba en el secreto. Hubiese preferido no valerme de nadie más que de mí mismo; pero yo solo no podía cavar tan gran hoyo con la rapidez necesaria. Mi edad y falta de costumbre me lo impedían, no obstante mi gusto de hacer ejercicio. Lo hubiera podido llevar a cabo, pero con serenidad y calma.

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Después de este enterramiento de objetos religiosos, aún tuve que hacer otros dos, de libros y documentos profanos, de alhajas y cosas de valor aunque este fuera, en algunos objetos, puramente afectivo.

Es que los de la Juventud Libertaria le habían tomado gusto al deporte de las hogueras; y cuando se les antojaba irrumpían en casa de cualquier calificado de derechas y le quemaban la biblioteca, los documentos y cuanto se les ocurría.

Para evitar que destruyeran mis libros, apuntes y curiosidades, que nada valdrán pero que estimo mucho, me vi forzado a enterrarlo casi todo, con gran disgusto, pues aunque se tomen las mayores precauciones, la humedad de la tierra estropea considera­blemente libros y papeles.

Nadie vino a registrarnos. Pasó aquella ventolera. Y al mes y medio, poco a poco y yo solo, saqué a la luz todo lo enterrado, sin que, gracias a Dios, nada hubiese sufrido deterioro de importancia. Volví los libros a las librerías, y metí en escondrijos los demasiado religiosos. Al Sagrado Corazón de Jesús lo escondimos de modo que lo teníamos pronto al alcance de nuestra mano; así, cuando nadie nos veía, le rezábamos, bien el rosario o bien la misa de los domingos y los días de fiesta a las once de la mañana, hora en que el Papa rezaba en el Vaticano una misa por los católicos españoles de la zona roja que tuviesen intención de oírla, para lo cual era indispensable -y es aún, puesto que desgraciadamente persisten las mismas circunstancias- que a la indicada hora se leyese la misa en latín o en castellano. Todavía lo hacemos, porque esto no se acaba. Ponemos junto al cuadro del Sagrado Corazón un crucifijo bendecido por el inolvidable don Emilio Fayos y, además, una Virgencita del Pilar, pequeñísima, encerrada dentro del armazón de una rosa artificial. Si son varios los que oyen la misa, basta que la lea uno solo. Así lo hemos hecho y continuamos haciéndolo.

En cuanto a la misa, alguna vez no nos es posible rezarla, porque en ocasiones vienen visitas a las once y nos interrumpen; pero el rosario lo rezamos todos los días. Es el rosario recomendado para estos tiempos por la venerable Madre Ráfols en sus pasmosas profecías. Se compone de una parte del rosario contemplando los misterios dolorosos y se reza una salve a la Santísima Virgen del Pilar de Zaragoza y un credo al Divino Corazón de Jesús. Esta devoción es nuestro principal consuelo y a ella atribuímos la protección con que Dios Nuestro Señor nos ha favorecido hasta la fecha. Lo rezamos con grandísima confianza.

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En la mañana del día veinticuatro de octubre vimos llegar varios camiones llenos de gente, vestida de manera diferente a la valenciana. Eran algunos viejos, bastantes mujeres y unos cuantos jovencitos y niños, todos evacuados o fugitivos de Medellín, Don Benito, Valencia de las Torres y otros pueblos de aquella comarca de la provincia de Badajoz, que venían a buscar asilo a tanta distancia de su tierra que no podía ser mayor dentro de la España roja. ¿Pero qué pánico asaltó a esas personas? ¿Qué les podían hacer los nacionales? No había duda de que se trataba de personas complicadas en hechos nada recomendables y temían el castigo si triunfaran los de Franco. Si ellas no estaban complicadas de seguro que lo estarían sus familiares. Pronto se vio que era un mal ganado, descontentadizo y de malas intenciones.

El Comité solucionó el problema enseguida, alojando los fugitivos aquellos por las casas de las personas consideradas antimarxistas; y asunto concluido. Unicamente V M, alias P, y algún otro socialista más -muy pocos- se brindaron a tener un evacuado en casa.
A la nuestra enviaron dos mujeres de Medellín, una de cincuenta y pico de años, viuda, llamada Antonia, y otra, joven, llamada Josefa, casada o lo que fuera y que estaba encinta, ya muy adelantada. Eran de lo mejorcito de la expedición. Traían dos gallinas y se conoce que en su pueblo estaban apañaditas, pues hablaban de que tenían cerdo y de que sembraban y de que habitaban en casa propia. Nos regalaron longaniza extremeña, parecida al chorizo y que me gustó bastante. Les dimos la habitación de Rafael, o sea la planta baja, entrando a la izquierda. No se podían quejar. Rafael se instaló en el cuarto que de antiguo se destina a las criadas, que es el de la escalera.

Inmediatamente encontraron trabajo en una panera, como limpiadoras de uva de mesa y nos dijeron que no les diéramos la comida mientras ganaran jornal, sino tan solo el desayuno y la cena. Así lo hicimos encantados. Pero sucedió que nos difamaron ante sus compañeras, diciendo que no les dábamos la comida y que se la tenían que comprar ellas. Verdad era, pero al callarse el motivo resultaba una felonía indignante, nada extraña en la ralea comunista.

Lo cierto es que la indicada insidia se esparció por el pueblo; y la mujer amancebada con P iba diciendo que si aún se admiraban las derechas de que las matasen, cuando sobraban motivos para aniquilarlos y si no, aquí estábamos nosotros que matábamos de hambre a las refugiadas. El P-P, presidente del Comité, quería que como castigo se me obligase a ir a limpiar zanjas de caminos... Suerte que RLL fue al Comité y explicó la causa de nuestro proceder con las alojadas. De no intervenir él me hubieran obligado a coger una azada y trabajar de peón caminero, sin considera­ción a mi falta de costumbre y a mis años. Cuando Berta se enteró de todo esto, encaróse con las medellinenses y puso los puntos sobre las íes. La medellinenses negaron que hubiesen dicho tal cosa, pero desde entonces no vimos ya con tranquilidad la estancia, en casa, de semejante chusma.

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Cierta mañana llegó al pueblo un automóvil ocupado por varios individuos con máuser. Iban seguidos de un camión vacío. Venían a llevarse las campanas de los dos campanarios y de las dos espadañas. ¿Para qué las querrían? Dijeron que para fabricar granadas y cañones y que se llevaban las campanas de todas partes. ¿Tan mal estaba ya la cosa que precisaba semejante extremo? Pensé si obedeciera todo ello a orden del Gobierno, pero ni la Gaceta, ni el resto de la prensa, ni la radio decían nada sobre el particular. Fue, sencillamente, una de tantas intromisiones e imposiciones arbitrarias de las sociedades, que obraban como les venía en gana, al margen y en contra del mismo Gobierno, oficialmente se entiende, porque bajo mano el Gobierno hacía la vista gorda ante los desmanes de la gentuza y fomentaba y disponía, al estilo masónico, mientras cínicamente afirmaba que aquí no ocurría ningún desorden, que se gobernaba de modo cumplido y que se respetaban las creencias, las vidas, los bienes y la tranquilidad de todos los ciudadanos... Cuando oigo y leo esas declaraciones que para el extranjero publica por medio de la prensa y de la radio el repugnante Azaña y de las que nos enteramos los mismos españoles, me quedo estupefacto y creo si estaré soñando. ¿Es posible que haya gobernantes que demuestren tan repoquísima vergüenza? ¿Pero es que nos cree ciegos o tontos? No cabe más hediondez. No encuentro palabras para comentar tanta frescura.
A ruegos de no sé quien dejaron una campana en la torre de la parroquia para tocar alarma en caso de incendio. Menos mal. Todas las otras de la población se las llevaron. La cuestión es destruir todo lo que pertenece al culto católico. Más que triunfar en la guerra, lo que importa es eso: raer de la superficie del globo cuanto se relacione con la Religión. Pero no podrán por más que se empeñen! ¡Non prevalebunt!

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Nos quedamos, pues, sin campanas, como nos habíamos quedado sin lo demás del culto. Y gracias que aún permanecían en pie los edificios de los templos; porque en Gandía se llegó a cometer la inconcebible brutalidad de demoler la colegiata, aquel gótico monumento de piedra que admiraban los entendidos del mundo entero. Aquí ya no sé como expresar la indignación que me causa el vandalismo satánico y bestial. No tienen perdón, no merecen tenerlo!. También fue demolida la iglesia del arrabal. Solo Dios, con su infinita e inconcebible misericordia los puede perdonar.
Los de Alcoy, por no ser menos, arrasaron por completo el grandioso templo de Santa María.

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A los pocos días de esto de las campanas, quise una mañana salir al campo. Estaba aburrido de permanecer siempre en casa. pero cuando me iba, me advirtió la suegra de mi jornalero que no saliera. Le pregunté si ocurría algo y me contestó que nada, pero que por prudencia convenía no hacerse visible, no fuera que algún criminal tuviese cualquier mala idea... Como no se explicaba más, determiné salir, aunque a la calle tan solo. Vi que había corrillos y que se cuchicheaba con cara de miedo.
Me encontré con Rafael en la plaza de la Villa y me enteró de que a la una de la madrugada se habían llevado a Blay Benavent Bella, alias Andarellero y que lo habían asesinado en la carretera de Ador, cerca de su empalme con la de Gandía. Se decía que los asesinos eran los mismos que se habían llevado las campanas. Otros decían que eran de Bélgida, al menos uno de ellos. Sean los que fueren, vinieron a la una de la noche y requirieron al sereno y a B, alias C, para que fueran al domicilio del tal Blay y lo llamasen de orden del Comité.

En aquella casa vivían nada menos que cuatro hombres y cometieron la insensatez de abrir a hora tan intempestiva y de consentir que se marchara Blay con el C y el sereno.
Al no ver más que a los dos indicados, se confió el Andarellero y creyó que le reclamarían los del Comité para sacarle alguna cantidad, sin pensar que a horas tales no se abre ninguna oficina recaudatoria.

Llegó a la plaza de la Iglesia. La puerta del Comité, naturalmente, estaba cerrada. En cambio se veía muy abierta la portezuela de un automóvil que con varios asesinos esperaba junto al campanario. Un rayo de luz iluminó la inteligencia del incauto Andarellero:
- Que se m'emporten!... Acudíu!... Auxili!!...

No le valieron gritos ni forcejeos. Adentro!. Y se lo llevaron.

Yo no me apercibí de nada, pues desgraciadamente no tengo fino el oído. Mi hermano, que se acostaba aquellos días en mi habitación, tampoco oyó grito ni ruido alguno. Pero las alojadas de Medellín oyeron los gritos, no solo del Blay, sino también de otro que estaba ya en el auto y que de cuando en cuando exclamaba:
- Ay mi hijo!... Ay mi mujer!...
Sería algún desgraciado de otro pueblo.
A las pocas horas apareció, como antes he dicho, el cadáver del infeliz Andarellero en la carretera de Ador.
Tenía las muñecas atadas con hilo de alambre.

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Aquella noche quisieron también los mismos sicarios llevarse a Estanislao Abargues, apodado Brillante. Llamaron a su puerta, entraron y registraron toda la casa, incluso el tejado, pero no dieron con él. Desde si escondrijo vio y oyó a los bandidos, entre los cuales había uno de la Puebla. Pasaron muy junto a él y pudo reconocer perfectamente al poblano buscador; pero nunca he podido saber quién es.

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En seguida nos explicamos los motivos del asesinato del Blay y el intento de lo mismo respecto al Estanislao. El primero tenía fama de usurero. El Comité le exigió los contratos de préstamo, que no tuvo más remedio que presentar. Luego, como a muchos, le sacó buena suma de pesetas. Eso que cuentan de que los criminales sorprendieron al sereno y al otro, les pusieron la pistola al pecho y obligaron a que los guiaran a los domicilios expresados, no es más que pura comedia y mentira: la orden salió del Comité, bien preparada y meditada.
Destruidos los documentos de los préstamos y muerto el prestador, quedarían tranquilos y libres los deudores, varios de ellos socialistas. Mas era el caso que el Andarellero se servía de una especie de secretario-contador y en consecuencia enterado de sus negocios: era Estanislao el Brillante; pues se le mataba también y finiquitaban así todas las cuentas. Asunto más sencillo!... El procedimiento no podía ser más expeditivo. Pero les falló en cuanto al Estanislao.

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A José Gomar Bort, alias Pepico Llisera, le llamaron una noche los del Comité y le pidieron mil pesetas, después de que días antes le habían exigido otras. Dijo que no las tenía; y entonces lo retuvieron allí, mientras por teléfono avisaron a Benigánim para que viniesen a por él y lo asesinaran. La Juventud de Izquierda Republicana se olió algo de lo que ocurría; y al instante se presentó un grupo de jóvenes izquierdistas en la abadía -domicilio del Comité- y exigió y logró que dejasen marchar al Pepico. Otro grupo salió a la carretera e hizo retirar al auto con los asesinos, que ya estaba entrando en el pueblo...

El héroe de la jornada fue José Pastor Benavent -Pepe Fèlix-, quien empuñando una pistola se puso al frente de los jóvenes. De quien menos se piensa surge un cabecilla.

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Izquierda Republicana brama de ira, porque tanto Pepico Llisera como Blay el Andarellero y Estanislao Brillante eran afiliados suyos.
¿De modo que a los de Izquierda Republicana, componente del Frente Popular, también los expoliaban y se los llevaban y los asesinaban?... ¿A ellos, que tan alegremente vieron cómo se quemaban y destruían los altares, imágenes y objetos de culto?... ¿A ellos, que ayudaron en la honrosa tarea?... ¿A ellos, que incendiaron bibliotecas, para dar fe de su odio al fascismo?... ¡Cómo se entiende!.

Y acordaron, para mutua seguridad, pernoctar diariamente en su casino treinta o cuarenta socios y echarse a la calle y dar la cara en cuanto surgieran atropellos de cualquier clase.
Hola, hola! ¿Y por qué no lo hicisteis igual cuando se llevaron a los sacerdotes? ¿Aquello no era también una tropelía?... Pero no os movisteis! Y hubierais podido impedirlo!... Mas temisteis que por impedir la iniquidad os tildaran de fascistas...
Ya habrán visto lo que se lo agradecieron. Si no llegan a despabilarse, no queda un izquierdista en la Puebla. De ello, yo no me hubiera alegrado, pero cómo se lo merecían! No son más que unos egoístas impíos. Su alianza con los marxistas proporcionó a estos el triunfo en aquel robo inaudito de las elecciones... Creían que así les respetarían los bolsillos y las vidas. Imaginaban que la fiera se contentaría con la carne de curas y frailes... Y como la Religión les importaba bien poco e incluso muchos de ellos la desprestigiaban y calumniaban sistemáticamente, no tuvieron reparo en aliarse con sus mayores enemigos en el orden social, de quienes les separa un profundo abismo, tan grande o mayor que el que separa al marxismo de nosotros, que al fin y al cabo contamos con un programa social hermosísimo, informado por la caridad, mientras que ellos carecen de todo plan social y no son más que unos egoístas burgueses en la peor acepción de la palabra. Son el desprecio de los rojos, que no ven en ellos más ideal que el del bolsillo; y son aborrecidos por las derechas, a las que han insultado y perjudicado y calumniado perennemente... Qué bien, qué bien está lo ocurrido! Así recompensa el diablo. Pueden seguir con él si tanto les gusta.

Y aún les sucederán cosas peores. Yo no me alegro, pero repito: Qué bien les está! Cuán merecido lo tienen! Porque ellos quitaron el freno al bruto desbocado. A ver ahora si lo pueden parar.

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Berta, mis nenes y mi suegra se había ido a Valencia. Convenía que estuviesen allí para evitar que nos robasen las casas de Víctor y las nuestras. Se vía un empeño enorme en desvalijar a Víctor. Continuamente registraban la casa de mi cuñado. Unas veces eran los comunistas, otras los de la C.N.T.; pero especialmente había un individuo que fue a registrar y a pretender requisar -robar- objetos y muebles. Solía ir acompañado por perdidos como él. Lo menos fue una docena de veces. No logró por completo su propósito; pero así y todo, bien sea él o los que le acompañaban, robaron trajes y gabanes de Víctor y alguna que otra cosa más.

Toda aquella cuadrilla era compuesta de ladrones de oficio. Fue el principal instigador uno llamado Juan Vidal, obrero que tuvo mi cuñado en su fábrica. Considérese, pues, la zozobra que continuamente sufriría mi madre política. Dios y la Virgen la libraron y protegieron. De otra manera no se comprende que no cometieran con ella cualquier atrocidad.

Lo mismo que digo a mi madre política, digo también a Berta, que iba a los Comités, reclamaba, protestaba y defendía los intereses, no ya solo los nuestros, sino también los de su hermano. Pasma la serenidad que tuvo en ocasiones tan desagradables, cuando por cualquier insignificancia se mata a centenares de personas, con la misma tranquilidad con que se mata a cualquier sabandija.

Y el caso es que Berta es de temperamento nerviosos. Sin embargo habló y obró con tal dominio y aplomo, que pudo conseguir por dos veces que le devolvieran las llaves del piso de Víctor, las cuales había robado otras tanta el Comité llamado de la vivienda. Para ello redacté un certificado con arreglo a lo que Berta me indicó y lo presentamos en el Comité de aquí para que lo firmara. En dicho documento se acreditaba que Víctor se marchó autorizado por este Comité, con objeto de reunirse con su hija, que se encontraba desamparada en la otra parte. En honor de la verdad he de reconocer que los del Comité, principalmente SBC, se portaron muy bien con nosotros en aquella ocasión, pues firmaron y sellaron sin demora el documento dicho, sin poner ningún reparo. Esta certificación la llevó Berta a Valencia y la presentó en el mencionado Comité de la Vivienda, surtiendo el efecto deseado, o sea que no se considerase a Víctor como faccioso y por consiguiente se devolvieran las llaves a su familia.

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Estando mi madre política sola en Valencia, antes de que se le reuniera Berta, se vio en el caso de tener que admitir la compañía de una evacuada o fugitiva de Madrid llamada Juanita Armenteros. Su marido, o lo que fuese, llamado Julián, estaba enfermo en el hospital de Valencia. Una hermana de la tal Juanita se encontraba en el Grao, dedicada a vida no recomendable.

La mencionada fugitiva es fea, delgada y más que delgada, flaca; pero es lista y resulta simpática, aunque creemos que debe ser muy falsa.

Al principio de tratar a mi suegra alardeaba de que su Julián, componente en Madrid de una comisión, digamos policíaca, había intervenido en el asesinato de centenares de infelices acusados de fascismo y ejecutados sin formación de causa. A lo mejor puede ser mentira, pues esta clase de gente se cree que alardeando de tales atrocidades cobra fama y prestigio entre los papanatas, a quienes atemoriza, y adquiere méritos para una recompensa.

Cuando Julián salió del hospital, fue, naturalmente, a reunirse con su amada compañera. Es una birria, cojo, derrenglado y amarillo verdoso. Es camarero de café, al menos hasta que estalló la guerra, y afirmaba que conocía a Víctor por haberle visto en temporadas veraniegas de San Sebastián.

El bueno de Julián es un ineducado. Disputa con Juanita a cada momento, por cualquier tontería y se acaloran tanto, uno y otra, que a veces empuñan cuchillos, con los que se amenazan. Hay que ver, pues, el gusto que tendría mi madre política al haber de aguantar, por fuerza, a sujetos de calaña tan indecente y verse obligada a convivir con ellos, oyendo siempre cosas tan contrarias a sus ideas y afectos.

Su consuelo era la compañía de mi pequeñín, al que se llevó para no sentirse tan aislada en medio del tumulto de una Valencia desconocida, en la que solo se veía, por un lado, el despotismo y la brutalidad de los rojos y, por el otro, el acobardamiento y el martirio de las personas de bien. Teniendo a un ángel a su lado, le parecía a mamá que no estaba del todo abandonada.

Mi pequeño simpatizó mucho con Julián, que jugaba con él como otro chiquillo. Por la mañana iba Rafaelín, espontáneamente, a despertar a Julián.

- Levántate, Chulán -le decía.

Y al Chulán le caía muy en gracia. Quién sabe si estas monerías del nene conjurarían tremendas desgracias! Porque los individuos aquellos, indudablemente eran -y son- un par de pájaros de cuenta. La mamá vivía dentro de la boca del lobo.

En medio de lo que pasa y de la repugnancia que las personas honradas tienen al roce con determinados seres, ha sido una ventaja que a casa de Víctor vinieran aquellos tipos que con su indudable influencia han evitado algunos abusos en la morada de mi cuñado, tan registrada, revuelta y zarandeada, antes de llegar ellos, por verdaderas cuadrillas de ladrones.

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Otra madrileña, al parecer decente, se instaló en nuestra casa de la calle del Literato Azorín.
Estaba casada con el dueño de una empresa de camiones de transporte, al que le robaron todos los coches y lo dejaron a él como jornalero.
Aquella mujer trinaba contra los marxistas y deseaba de corazón la victoria de los nacionales. Al menos así lo decía.

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20 de diciembre de 1936. = En uno de los primeros días de este mes de diciembre, estando Berta en Valencia, me llamaron al Comité. Fui al instante y me exigieron cien pesetas. Respondí que ya las entregaría cuando las tuviese. Me replicaron que ya me lo pensaría. Repuse que ya estaba pensado y dicho, o sea, que cuando las tuviese les podría complacer, antes no, porque no sabía hacer milagros. Y me volví a casa.
Al cabo de un rato me tornaron a llamar, pero Rafael no quiso que me presentara yo y lo hizo él. Entonces estaba allí el presidente P-P y dijo a Rafael que yo había hablado con tantísimo orgullo y que si no entregaba las pesetas vendrían a por mí.
Al saber yo esto examiné bien mi pistola, me cercioré de su perfecto funciona­miento y me dispuse a todo lo peor. No me sacarían de casa para matarme sin que alguien me precediera en el camino del otro barrio.

Otra vez volvió Rafael al Comité e hizo presente que mi mujer estaba ya varios días en Valencia para recaudar algún dinero de los alquileres y que le escribiríamos a fin de que viniese lo más pronto posible o enviase la cantidad exigida. Los del Comité dieron entonces cuarenta y ocho horas de tiempo; y el bestia de P-P le dijo a Rafael que nos estábamos portando muy mal con las medellinenses alojadas, a las que estábamos matando de hambre... Aquello ya pasaba de castaño oscuro. Después de las explicaciones habidas entre Berta y las zorras extremeñas, en que pareció que el asunto había sido aclarado satisfactoriamente, aún salía a relucir la monserga de la matanza de hambre. No recuerdo si Rafael replicó algo, aunque puede ser que se callara. Con asnos como P-P y P, cuanta menos conversación, mejor.
Una vez tomada mi resolución de agujerear la piel al primero -y si podía ser al segundo y al tercero- que viniera a detenerme, quedé tranquilo y me puse a componer una jaula conejera. A los pocos instantes vino la madre de Nasio el alguacil y me puso en la mano un billete de cien pesetas, al propio tiempo que me hacía seña de que callase. Me dijo bajito que era para pagar al Comité. Quise averiguar de quién provenía la fineza, pero se negaba a revelarlo, mas en vista de que si no me lo decía no aceptaba la ayuda, me lo dijo al fin, encargándome que guardara el secreto, pues de lo contrario dicha persona se podría disgustar. Era Juanita Santamaría, la dueña del casino de la plaza de la Iglesia, que se había enterado de lo que me pasaba... Verdaderamente me conmovió el rasgo de tan buena amiga, a la cual y a todos los suyos he tenido siempre en la mayor estimación. Acepté el dinero, pero no fui a entregarlo. A los ladrones hay que hacerles esperar cuanto se pueda. Al ir a expirar el plazo, ya les daría la expresada cantidad.

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Como ya tenía el dinero, no escribí a Berta; pero dio la casualidad de que regresó en la noche de aquel día. Naturalmente le conté lo sucedido, tanto respecto de lo que me habían exigido y amenazado, como de lo que decían de nuestra conducta con las de Medellín. En su consecuencia, Berta resolvió ir al día siguiente ella misma al Comité, entregar las cien pesetas y pedir que nos quitasen las huéspedes de casa, pagando, desde luego, la pensión que nos señalaran para la manutención de las prójimas. Así lo hizo; y aceptaron los del Comité. Nos impusieron 1'75 Ptas. diarias por cada una de ellas. Y salieron estas de casa con viento fresco. Respiramos. Ya no tendríamos a las dos espías, charlatanas y difamadoras, que iban diciendo por el pueblo que yo estaba siempre escondiéndome, porque de seguro sentía miedo y el que teme, algo debe; y que Berta, lo primero que hacía cuando se levantaba, era pintarse... Todo embustes, pues yo no me ocultaba en ningún escondrijo; lo único que hacía era esquivar la convivencia con ellas, porque me repugnaban; y en cuanto a que Berta se arreglase tanto y más, solo hacía lo que la generalidad de las mujeres pulcras y aseadas.
Tuvimos la buena suerte de que casi todos los refugiados extremeños regresaran a su tierra poco después, marchándose también la pareja de sabandijas aquellas, por lo que solo hubimos de pagar para su manutención el importe de una semana.
Huelga decir que a Juanita Santamaría le devolvimos inmediatamente del regreso de Berta las cien pesetas que me dejó, quedándole sumamente agradecidos.


A Ñ O 1 9 3 7
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8 de febrero de 1937. = Navidad, Año Nuevo y Reyes transcurrieron para nosotros con la tristeza que es de suponer. Yo no quise ni acordarme de que en tales días estábamos. Berta hacía poco que se trajo a los niños y a la niña. La mamá se había quedado en Valencia, pero no sola en el orden familiar, sino que le hacía compañía un sobrinito de diez años, llamado Paquito Morte Escat, hijo de Manuel, hermano de mi suegra. El pobre chico tenía la desgracia de que su madre padecía de enajenación mental. Su padre, o sea, el tío Manuel, se fue con los nacionales; y supuesta la imposibilidad que había y persiste de comunicación, no se sabía de él ni media palabra. Suponemos que estará en el frente de Teruel, pero de cierto no sabemos nada. Al mayor de los chicos lo recogió una tía suya de Valencia. La chica, Asunción, se quedó en Manzanera para asistir a su madre, a quien socorría su hermana, casada con Tomás, dueño de la fonda de aquel pueblo; y el mencionado Paquito fue llevado a Valencia para estar con su tía Margarita.
Algo de calor de familia acompañaba, pues, a mi suegra en casa de Víctor. Pero la infeliz se consumía allí, lejos de su hija y de sus nietecitos; y como se iba desmejo­rando visiblemente, determinamos que viniera a reunirse con nosotros, ya que parecía que estando Juanita Armenteros y Julián en el piso de Víctor y la otra madrileña en el nuestro, no sería tan fácil que nos robasen las casas. Por tanto, mamá y Paquito Morte vinieron a esta poco después de reyes y tuvimos la satisfacción de vernos reunidos otra vez.

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A todo esto la campaña no era más que una sucesión de desastres para los rojos.
Toledo había caído en poder de los nacionales, liberándose a los héroes del Alcázar. Mucho antes había caído Badajoz. San Sebastián corrió la misma suerte. Oviedo, que desde un principio lo tenían los nacionales, se vio en peligro inminente de ser conquistado por terribles fuerzas rojas, pero cuando ya eran dueñas de la ciudad, faltándoles solo apoderarse de la catedral en la que se defendían como leones el heroico general Aranda y unos doscientos soldados, heridos muchos de ellos, entraron fuerzas de la Legión, de Regulares y del Ejército y tras una pelea furiosísima, reconquistaron la población. Los soldados eran navarros y gallegos, que se vienen portando bizarramen­te y con una lealtad a toda prueba. Málaga está amenazada también por los nacionales, dirigidos personalmente por el general don Gonzalo Queipo de Llano. Madrid siente el contacto de las tropas nacionales, que a mediados de noviembre llegaron a establecerse en parte de la Ciudad Universitaria y allí permanecen...

Muchas personas han huído de Madrid y se han acogido a las ciudades y pueblos de las provincias apartadas del frente. El Gobierno rojo se ha refugiado en Valencia...
En numerosas ocasiones han intentado los rojos apoderarse de Teruel. Es esta la monomanía de los del Gobierno de la República; pero no obstante amenazar muy de cerca a la indicada capital aragonesa, de cuyo cementario llegaron a posesionarse, fueron siempre rechazados en el momento decisivo, con pérdidas espantosas.
Esta era la suerte de la armas al comenzar el 1937. Ya los ánimos de la canalla van conteniéndose. Aquellos bravos de retaguardia, matadores de frailes y monjas y demás personas indefensas, que en un principio se figuraban que luchar era tan fácil como asesinar, ya no se mostraban tan farrucos. Muchos de ellos hacían cuánto podían por no ir al frente e incluso lloraban cuando se les obligaba a incorporarse a filas.
La manera de saludar que se impuso, desde el comienzo de los sucesos, fue la de decir salud! en vez de adiós!; pero poco a poco, insensiblemente, el adiós! ha ido recuperando su imperio y el salud! ha decaído de modo notable.

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El Comité ha sido sustituido por una Gestora o Consejo Municipal. La persecución va amainando. La gente respira con más confianza. Yo me voy animando a salir más de casa... Pero qué largo, qué largo es esto! Qué manera de esperar desesperando! Y qué angustia todavía! Y cuánto parece que ha de seguir esto aún, Dios mío!...

9 de febrero, Santa Apolonia, de 1937. = Mi cumpleaños. Hoy cumplo los cincuenta.
Qué desagradablemente acaban mis cincuenta años! En medio de sangre, llamas e iniquidad! Dura ya tanto esto, que me parece imposible que pueda terminar un día. Si me hablan de la próxima paz, de implantación de un régimen de justicia, de libertad de mi Religión, de sosiego de los corazones, de civilización, en fín, creo que me hablan de algún sueño o de una fantasía placentera para consolar mi ánimo... Esto no es vivir, porque es vivir muriendo. Y el caso es que no me puedo quejar si comparo con tantos y tantos desgraciados; pero cada cual siente lo suyo. Y para mí es un tormento insoportable haber de fingir continuamente, disimulando mi gozo cuando sé noticias favorables, aparentando alegría cuando me cuentan victorias -casi siempre falsas- de los rojos. Es terrible tener que fingir afabilidad a gentes presidiables y patibularias y vivir a merced de los ignorantes y de los malvados; oir a cada momento las mayores atrocidades y haber de callarme; ver entronizados el crimen y la desvergüenza y no poder protestar... Es tan duro esto para mí, que si hubiera de permanecer siempre sometido al régimen actual, preferiría morirme en seguida, porque repito que no es esto vivir.

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Pasó medio siglo de mi existencia. No suspiro por vivir mucho más. Hasta los sesenta o setenta y cinco años, si se goza de salud, la vida suele ofrecer aún ciertos encantos; pero en cuando se salva el expresado límite ¿qué ilusiones, qué esperanzas puede ofrecer ya? Precisamente la alegría de vivir se funda en la ilusión y en la esperanza. Las ilusiones de un viejo se derrumban amargamente por la realidad del dolor y del abandono. De un viejo todo el mundo huye; y al verse incomprendido y aislado, no puede alimentar otra esperanza liberadora que la de la tumba. Ni siquiera le queda el consuelo de creer que su muerte será llorada con sinceridad... El viejecito ha muerto. ¡Pobre viejecito! Ya habrá descansado. ¡Gracias a Dios!... "El muerto al hoyo y el vivo al bollo"... El anciano casi siempre estorba... No, no quiero morir muy viejo. Sólo pido a Dios que me otorgue la satisfacción de ver a mis hijos creciditos y en camino seguro de ser personas honradas y el apoyo y descanso de su madre... Y que se me lleve Dios cuando fuere servido. Si se me quiere llevar antes, estoy dispuesto, pues acato por entero su divina voluntad. Reconozco y confieso que no hago ninguna falta.

No he sido un genio. Una mediocridad y nada más. Todo lo que podía dar de mí, lo he dado ya. No es fácil que en adelante contraiga méritos dignos de que se esculpan en mármoles y bronces. Quien a los cincuenta no ha sido algo, no será ya nada probablemente.
¿Por qué, pues, escribo mi historia? Ya lo dije al encabezar la misma: por mera afición a escribir, a la manera que el modesto aficionado a la pintura o a la música, pinta o tañe un instrumento a sabiendas de que no realiza nada extraordinario, ni siquiera atendible, pero que le recrea privadamente, con ilusión.

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APUNTES DIARIOS
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A d v e r t e n c i a

Aunque algo he dicho en el prólogo de esta parte de mis memorias que titulo "La guerra", quiero acentuarlo aquí: La lectura de dicha parte resulta cansadísima. No he pretendido escribir una obra literaria, ni siquiera una modesta historia o monografía. Me he limitado a consignar día a día lo que pasaba en casa, lo que ocurría en el pueblo, las noticias más o menos exactas que llegaban hasta nosotros, nuestras impresiones y zozobras, nuestras reacciones, las esperanzas que nos confortaban, los desengaños que nos abatían. Todo lo que sucedía a cada momento, en fin.
Este escrito es tan solo un depósito de detalles que se pudieran aprovechar para componer una buena monografía. Pero es tarea muy superior al empuje mío. Quizá otro la pueda llevar a cabo si cuenta con la voluntad, pericia y arte que a mí me faltan.
Viernes, día del Sagrado Corazón de Jesús, 4 de junio de 1937. = Nos dice Rosita Climent que ayer, el General Mola, de los nacionales, yendo en aeroplano desde Avila a no sé dónde, sufrió un accidente que le costó la vida. El aparato se estrelló y nos hemos quedado sin el heroico general. Dios lo tenga en su Gloria.

Sábado, 5 de junio de 1937. = La prensa roja hace una canallesca oración fúnebre del general Mola y se felicita por su muerte.

En cambio, la radio nacional se lamenta amargamente por la irreparable pérdida. Dice que hacía un par de días que Mola se consideraba el más felíz de los hombres porque sus tropas se hallaban ya a las puertas de Bilbao.

Los Gobiernos inglés y francés han hecho presente al de España su condolencia por la muerte del ilustre general.

Domingo, 6 de junio. = El general Dávila ha sido nombrado sustituto de Mola.

Miércoles, 9 de junio. = Los nacionales aprietan en Bilbao y se cree que no tardará en caer.

Sábado, 12 de junio. = Los nacionales tomaron Munguía ayer.

Domingo, 13 de junio, día de San Antonio de Padua, de 1937. = Sabemos por la radio que cien aeroplanos nacionales bombardearon ayer las defensas de Bilbao.

Lunes, 14 de junio de 1937. = El Gobierno francés ha reconocido la beligerancia a los nacionales.

El llamado Gobierno vasco, ha huído a Santander.

La población de Bilbao hace manifestaciones pidiendo la rendición. En algunos puntos de dicha capital aparecen banderas blancas.

Nos dicen que las operaciones contra Bilbao las dirige el general Franco en persona.

Los nacionales arrojan proclamas en Bilbao y recomiendan a las personas pacíficas que no salgan de casa, ni siquiera para adquirir víveres y que no se acuesten, pues dentro de pocas horas entrarán las tropas en Bilbao y les proveerán de lo necesario.

Martes, 15 de junio de 1937. = La racio nacional dice que ayer hubo un combate en el que los nacionales llegaron a los suburbios de Bilbao, haciendo dos mil prisioneros, entre ellos el general que mandaba en la plaza. Muchos rojos se han pasado a los nacionales y ha caído en poder de estos gran cantidad de material de guerra.

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Por la tarde, a las cuatro, ha llegado a Puebla, desde Valencia, Elías Pastor, teniente de Ingenieros, del ejército rojo, aunque de ideas derechistas. Está con licencia. Nos ha dicho que al salir de Valencia se rumoreaba que Bilbao ya había caido.

Miercoles, 16 de junio de 1937. = No es verdad que Bilbao cayese ayer.
La radio de los nacionales dice que ayer cayeron en su poder Galdácano y Plencia. Por haberse apoderado de este pueblo se hallan ya en la playa de la bahía. Decía también que se habían hecho diez mil prisioneros. Supongamos que sean cinco mil y ya estará bien.

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Ha venido a visitarnos Elías Pastor Pastor. Está disfrutando licencia. Antes de la guerra era sargento de Ingenieros ferroviarios, retirado acogiéndose a los beneficios de la ley Azaña. Aunque derechista, hubo de ofrecerse al gobierno rojo al estallar la sublevación; y ahora es teniente.

Dice que la causa roja está perdida, que Bilbao caerá muy pronto y ello contribuirá a que la moral de los rojos decaiga mucho más de lo que está. Y que Madrid lo tomarán los blancos en cuanto quieran y si no lo han conquistado ya es porque así retienen allá innumerables fuerzas rojas sacadas de otros frentes. Dice que con las pagas enormes que satisface este Gobierno, ha de venir la bancarrota. Hay doscientos brigadas con un presupuesto mensual de cuatro millones de pesetas cada una... Los nacionales pagan a tres pesetas a sus soldados y voluntarios. Los rojos a diez.

Jueves, 18 de junio de 1937. = Dice radio Verdad, emisora nacional que funciona en Florencia, que ha caido Portugalete, entrada de la ría de Bilbao; que está cortada la carretera de Santander; y que Aguirre, presidente del gobierno vasco, pide condiciones para la rendición, contestando el general Franco que no hay otras condiciones que rendirse a discreción.

En Cartagena han estallado, sin que se sepa por qué causa, las calderas del "Jaime I", resultando muchos muertos y más de un centenar de heridos. Esto lo dice "El Mercantil".

Frente a Orán ha sido bombardeado por los rojos un vapor mercante italiano, que se ha podido refugiar en Gibraltar. Lo dice "Radio Verdad".
Fue ayer bombardeada Valencia.
El Gobierno rojo lleva a Valencia fuerzas del frente de Toledo.

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Por el hijo de Borina, que ha escrito una postal, sabemos que Amparín, Amparo y Víctor están bien.

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Los japoneses parece que reclaman a los rusos el puerto de Mukden.

19 de Junio de 1937, Santa Juliana de Falconeri. = Hoy, a las tres de la tarde, con volteo general de campanas, con colgaduras en los balcones, bajo un vuelo de cien aparatos y siendo recibido con gritos entusiastas de Viva el Ejército Libertador!, viva España! y viva Franco!, ha entrado en Bilbao este general al frente de sus tropas. La noticia la ha oído el médico Vila y se la ha comunicado a don José Sala, recomendándo­le el más absoluto secreto. Y don José ha venido a decírnoslo, haciéndonos la misma recomendación.

Ha sido hundido por los nacionalistas un barco extranjero que venía a esta parte con mil voluntarios rojos, también extranjeros.
Los de San Sebastián han mandado a Bilbao enorme cantidad de abastos.

20 de junio de 1937. = Pepito ha cumplido hoy siete años. Es muy bajito. Del año pasado a este ha crecido tres dedos y medio.

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Las tropas de Franco estuvieron entrando en Bilbao desde antes de las tres de la tarde hasta las ocho de la noche.
La primera bandera bicolor la izó un casino e inmediatamente fueron apareciendo otras muchas. Se ve que las tenían confeccionadas a prevención.
Los partidarios a los nacionales, que estaban ocultos, salieron a la luz en seguida.
Se liberaron muchos guardias civiles que estaban presos.
En un asilo de maternidad había ciento cincuenta criaturas que hacía veinticuatro horas que no habían podido tomar leche. El director estaba desesperado.
Carmen Pastor, que hoy ha ido a Barcheta y ha vuelto, dice a mi hermano que esta tarde ha oído una serie de explosiones en dirección a Valencia. Suponemos si es que habrá sido otra vez bombardeada.

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Ha venido del frente un herido, yerno de Milagro Pocoví Estruch. Ha perdido los dedos medio, anular y meñique de la mano derecha. Es de Montichelvo, primo de hermano de su mujer y se apellida Pocoví.
La Puebla, hasta ahora, tiene dos muertos, a saber: Paco, hijo de Paco el Molinero, panadero que era de Nazaret -Valencia-; y el hijo del Miger, que se hizo guardia de seguridad y lo mataron en el frente de Toledo con una bomba de mano que le voló la cabeza.

Hay un herido poblano, que es hijastro del arrendatario mío Boscá el de la Plantá. Este herido que dijo, lo fué en el Pardo. Perdió el brazo derecho. Era voluntario.

21 de junio de 1937. = No se confirma la sospecha del bombardeo de Valencia.
Los nacionales han ocupado Balmaseda, a veintidós kilómetros de Bilbao, en dirección a Santander
La prensa roja no da noticia alguna de la toma de Bilbao. Sólo dice, en grandes titulares, que hay que vengar a Euzkadi la mártir. Sigue, pues, la prensa engañando al pueblo. Aquí, salvo los principales, nadie habla de Bilbao caido. La masa de borregos sigue ignorándolo.

22 de junio de 1937. = La radio de Valencia, de esta mañana da, por fin, la noticia. Y añade que ha sido conveniente evacuar Bilbao, pero que se ha hecho sin perder ni un solo hombre ni un solo cañón. El parte oficial del Gobierno rojo dice tan solo que había intenso cañoneo en la carretera de Santander.

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Desde hoy quedan suprimidos aquí otra vez los trenes diarios, pues vuelve a escasear el carbón. Se han suprimido los mercancías. En los trenes de viajeros no se podrán facturar más de diez kilos de equipaje.

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El herido Pocoví, de que hablé ayer, es de Montichelvo, pero está avecindado en Puebla. Es casado con su prima hermana María-Pepa, hija de Milagro. Él es hijo de un hermano de su suegra.

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23 de junio de 1937. = Los prisioneros hechos por los nacionales en las operaciones para tomar Bilbao han sido cuarenta mil. La defensa de los rojos en aquel frente era fuerte de noventa mil hombres. Los cincuenta mil restantes evacuaron la plaza antes de entrar los de Franco.
Los nacionales han arrojado proclamas sobre Santander, aconsejando la rendición.
Dos días después de la conquista de Bilbao, atacaron los rojos en el frente de Huesca, para contrarrestar el mal efecto de la caída de Bilbao; pero la tocata que han recibido ha sido terrible. Pensaron, sin duda, que en aquel frente no habría fuerzas, porque estarían en la zona de Bilbao. Su desengaño ha sido espantoso.

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Un soldado que ha venido de Denia cuenta que allí los jefes les decían que el desastre de Huesca era muy serio y que si llegaba a perderse Bilbao, sería cosa de pensar en volver a casa. Como se ve, aún ignoran o hacen como que ignoran, la pérdida para ellos de la capital vasca.
"El Mercantil" de ayer, repartido hoy, notifica ya la toma de Bilbao por los nacionales y pondera que la retirada fue magistral, sin pérdida de hombres ni armas. De alguna manera hay que consolarse.
Una pasadita que tiene la sombra por toneladas: El gobierno rojo dispuso que un general español y dos generales rusos, se trasladaran a Santander a organizar la defensa de aquella plaza. Como por tierra no puede ser y por mar es peligroso y muy largo el viaje, los ha mandado por aeroplano, pero el piloto ha preferido llevarlos a Zaragoza, aterrizando tranquila, limpia y elegantemente en aquél aeródromo, donde los tres generalitos, creyendo que arribaban a Santander, han quedado prisioneros en medio de su profundo asombro.

24 de junio de 1937. = No fueron tres, sino siete los mandamases llevados a Zaragoza.

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Alemania e Italia se han retirado de la Comisión de Control de la Sociedad de las Naciones, por causa de que el Gobierno rojo de España se niega a las peticiones de Alemania, la cual exige veinte millones de indemnización por el bombardeo de un barco de guerra alemán. Además pide otras cosas.


25 de Junio de 1937. = Los nacionales han reconstruído en Bilbao varios puentes y ya funcionan las fábricas.
Los mismos han apresado un barco extranjero que traía a las costas de Levante varios aeroplanos, centenares de ametralladoras, miles de fusiles y toneladas de cartuchos.

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En Valencia fusilaron ayer a cinco individuos que dieron el paseo a un ingeniero. Los han juzgado y condenado por acusación de la viuda, en virtud del decreto del Gobierno este autorizando y rogando la denuncia de tales asesinatos. Mal deben ver los rojitos la marcha de los acontecimientos, cuando quieren dar la sensación de justicia. Tarde llega la rectificación de conducta. En medio de todo, menos mal.


26 de junio de 1937. = En el frente de Huesca se pelea con intensidad. Los catalanes rojos han atacado con gran furia. La radio nacional dice que se lucha allí desesperadamente y que los de Franco no han perdido ni un palmo de terreno. Se ve que los rojos ansían desquitarse de lo de Bilbao.
En Santander las mujeres se han manifestado pidiendo pan y paz y varias de ellas han sido fusiladas por tal motivo. Esto ya se corría hace lo menos un mes.

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Queipo de Llano ha difundido por radio el siguiente chiste: "¿Cómo es posible que los rojos ganen, si los nacionales tienen el camino Franco y Llano, mientras que ellos lo tienen Largo, Prieto y sembrado de Miajas?"... Berta dice: "¡Qué buen humor tiene ese hombre! Si estuviera en esta parte, no lo tendría..."



Lunes, 28 de junio de 1937. = Las noticias de ayer son que los rojos se han hecho fuertes en las minas de Valmaseda y que doscientos aeroplanos nacionales han volado sobre dichas posiciones.

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Desde mañana queda establecida la censura para la correspondencia interior.
En la cárcel modelo los detenidos derechistas rezan el rosario todas las noches, regido por sacerdotes presos. Antes de acostarse forman y cantan el himno de Falange y gritan: "Arriba España!; y saludan al estilo fascista. Es extraño que no los hayan liquidado, pues sus cantos y exclamaciones se oyen desde la calle.


Martes, 29 de junio, día de San Pedro de 1937. = Las minas de Valmaseda están sitiadas por los nacionales. Parece que éstos aprietan en los frentes de Madrid y Santander.

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Esta tarde ha venido a verme Manuel Martínez Ribes. Se halla ahora en Benicolet. Ha estado preso en la Modelo tres meses porque tenía una máquina de retratar. Se libró haciendo el imbécil -fingiéndose imbécil- y gastándose cuatro mil duros. Me ha dicho que al procurador judicial de Gandía, Tomás Tomás, lo asesinaron en Jaraco y lo arrastraron por las calles, noticia de la que ya me enteré hace varios meses. También nos ha dicho que en Oliva ya van asesinados más de trescientos y llegaron a sacrificar a varias personas degollándolas sobre una mesa, como a los cerdos; que en Gandía asesinaron a más de ochenta desgraciados; que Beltrán está preso, condenado a un año y cinco mil pesetas de multa; al Padre Iniesta, jesuita, a veinte años; Selva Mergelina, a cinco años... Verdaderamente se ven cosas inexplicables, porque no se comprende que esa gntuza, que se ensaña despiadadamente con los sacerdotes, no hayan asesinado al Padre Iniesta, que además de sacerdote es jesuíta, lo que más odian los masones de toda esa ralea. Me alegro en el alma de que tan digno religioso se haya salvado, al menos por ahora...


Miércoles, 30 de junio de 1937. = Los nacionales se apoderaron ayer de Valmaseda y sitiaron Castro Urdiales.
También los nacionales han hundido un barco cargado de víveres que iba a Alicante. Lo han hundido frente al Peñon de Ifach.

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Inglaterra quiere enviar un representante a Burgos. Franco responde que para ello ha de reconocer Inglaterra un representante del Gobierno de Burgos en Londres.


Jueves, primero de julio de 1937. = Los nacionales han rendido Castro Urdiales.
Para tomar Valmaseda pasaron el río con agua al cuello, como los tercios de Flandes.

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Alejandrito Bataller Madramany escribe en un periódico anarquista, de la noche, en Valencia.

Viernes, 2 de julio de 1937. = En el frente de Huesca los rojos han vuelto a recibir otra paliza.

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Companys ha dimitido. Se ha formado otro Gobierno catalán, con elementos muy extremistas y han libertado a todos los ácratas que había en la cárcel.
El Gobierno catalán pide al de Valencia cuatro millones de pesetas para trazar un círculo de hierro que defienda a Barcelona.
A Valencia han ido muchos guardias de seguridad.

Sábado, 3 de julio de 1937. = Los nacionales tomaron ayer Somorrostro. Los rojos usaron gases asfixiantes, pero los nacionales utilizaron caretas.

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Valencia sufrió ayer otro bombardeo.


Domingo, 4 de julio de 1937. = Los nacionales se han apoderado en el frente de Santander de Lucina y Mantiano. Los rojos han evacuado Carranza.
Mil quinientos prisioneros nacionales que hicieron los rojos en aquel frente, eran trasladados a Santander, pero se rebelaron, se apoderaron de sus guardianes, haciéndo­los, a su vez prisioneros y se pasaron al campo nacional.

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Ayer, un tal Carbó, de algo más de sesenta años, cuando entraba paja en su casa, calle de Abajo, se cayó a la calle desde el tercer piso. Este Carbó era un furibundo izquierdista, que en las elecciones quitaba las papeletas de las manos de los derechistas. Ha sobrevivido solo unas horas al accidente. Hoy ha sido el entierro. Descanse en paz.


Lunes, 5 de julio de 1937. = Los nacionales han entrado en Laredo.
Nos dicen que con los rojos de Bilbao había doscientos guardias civiles que no quisieron evacuar la plaza y que se presentaron a Franco cuando este entró.

Martes, 6 de julio de 1937. = En el frente de Huesca atacaron los rojos, llevándose una tocata enorme.
Valencia fue bombardeada ayer con alguna intensidad, en represalia del bombardeo de Zaragoza y Sevilla por la gloriosa aviación roja. Despues de bombardear a Valencia, pasaron a Barcelona.

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Emiliano Alvarez está en el hospital de Cartagena, enfermo de los riñones, de los que fue operado en otro tiempo.
Pepito Gosalbo García está en Villacañas, también en observación. Dice que le dan de comer magníficamente.
Ambos se quejan en sus cartas de que no reciben las de su familia. En cambio las familias reciben las de ellos.

Miércoles, 7 de julio de 1937. = En Brunete -frente de Madrid- ha habido una encerrona. Los rojos entraron en Brunete, pueblo de unos mil habitantes. La radio del Gobierno rojo anunció a bombo y platillos la gran victoria: "Hemos entrado en Brunete. La derrota facciosa ha sido enorme. Es el principio del fin del enemigo. A la noche daremos detalles de la batalla..." Pero llegó la noche y no dieron detalles. Ni se nombró siquiera a Brunete. Y es que los nacionales dejaron entrar a los rojos; y una vez dentro los coparon y hubo una carnicería horrible.
Ayer pasó por aquí un tren de heridos: ocho vagones procedentes de Brunete.

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Ha estado hoy en Puebla y se ha ido Gil Ferraút.

Viernes, 9 de julio de 1937. = Un vapor que se dirigía a Bilbao, cargado de aceites pesados, aceite de ricino y gasolina, por valor de algunos millones, para los rojos, al enterarse su capitán de que Bilbao estaba en poder de los fascistas, fondeó en un puerto francés. La oficialidad bajó a tierra y se entretuvo en un baile. Entonces siete nacionales entraron en el vapor y no se si porque intimidaron a la tripulación o porque la convencieron, lo cierto es que zarpó el vapor y entró en un puerto de España de la zona nacional, por lo que el cargamento sirvió para los de Franco.

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Ayer por la noche vino otra vez Gil Ferraút. En seguida vino a visitarme. Es comandante de infantería y, según él dice, promovido a teniente coronel. Fue herido levemente por la metralla. Una de las cicatrices la tiene en el cogote, a raíz del pelo. Esto ya hace varios meses, de modo que hoy está completamente bien. Cree, como yo, que la guerra aún tardará mucho en terminar. Dice -dice muchas mentiras- que le ofrecieron el gobierno militar de Gandía y que no quiso aceptarlo por razón de que en aquella comarca, en esta y en la de Játiva trata a mucha gente y no desea compromisos que le puedan costar caros.

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Hoy a las dos de la madrugada, a los ochenta y seis años de edad, ha muerto en Beniatjar Bernardino Bataller Semper, consecuente tradicionalista. Hizo la última guerra carlista. Era persona muy conocida en muchas partes y muy influyente en su pueblo. Tenía parentesco con Bautista Soler Semper -Batiste Felip-. Hoy ha sido el entierro. Hace unos años, contando los ochenta bien cumplidos, aún fue a pie, estando todo nevado, desde Játiva a su pueblo, con objeto de llevar unos documentos cuya entrega no podía demorarse. De Valencia a su pueblo fue algunas veces a pie, siendo ya bastante viejo. Viajaba mucho e iba tanto a Valencia, que muchos se creían que vivía allí. Ha muerto de apoplejía. En el delirio creía que los nacionales estaban a punto de entrar en Beniatjar y se lamentaba amargamente de no poder salir a cumplimentarlos. Era muy inteligente. Que Dios lo tenga en su Gloria.

Sábado, 10 de julio de 1937. = En el frente de Madrid atacaron los rojos con un efectivo de cien mil hombres; pero se estrellaron. Tuvieron diez mil bajas. En tres días perdieron veintiseis aviones. Los nacionales les destruyeron tres trincheras.

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Ha venido a Puebla Carmen Guarner. Ha dicho que María Gil Vilache, de Segorbe, que suele pasar largas temporadas en Valencia, haciendo compañía a la mamá de Luis Guarner, fue presa, sin que se sepa la causa. A los tres días la soltaron, después de varias gestiones que tuvo que hacer Luis. También metieron en la cárcel a dos hermanas del marido de Trini Guarner, quizá porque fueron interventoras de las derechas en la últimas elecciones. Les devolvieron la libertad al cabo de unas horas. Parece que estas gentes estudian la manera de hacer antipático su régimen. Vaya un modo de atraer al personal! El encarcelamiento inmotivado creemos que es un sistema de recaudación. En cuanto hace falta dinero detienen a unos cuantos millares de personas y las sueltan después de ponerles una multa. Y hasta la otra.

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Hoy se han ido treinta y cinco hombres de este pueblo a segar a la provincia de Gualajara. Van mantenidos y con excelente jornal. La proclama del Gobierno pidiendo voluntarios dice que se ha de ir con la hoz en una mano y el fusil en la otra; que se segará de noche, a causa del peligro de los aeroplanos; y que se dormirá de día.


Domingo, 11 de julio de 1937. = Los treinta y cinco hombres se fueron ayer a segar a la provincia de Guadalajara, presentáronse en Valencia en la oficina correspon­diente para que les facilitaran el contrato o base de trabajo. No se lo dieron; y retornaron el mismo día. Entre ellos iba P-P.
Ha venido Enrique Fayos Martínez, marido civil de Carmen Aliaga Climent. Se va mañana. Es mecánico de aviación.

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El tío Joaquín Albalat Alcaide, hermano de mi suegro, ha muerto. Que Dios lo tenga en el Cielo.


Martes, 13 de julio de 1937. = Esta madrugada hizo un año que asesinaron a Calvo Sotelo.
Como se recordará, el 11 de julio del pasado año, murió víctima de un atentado, atribuído a los fascistas, el teniente de seguridad Castillo. El día siguiente, día 12, varios oficiales de dicho uerpo acordaron asesinar al ilustre hombre público y así lo hicieron en la madrugada del lunes 12. Yo creo que el asesinato de Calvo Sotelo fue designio de las sectas.
Con motivo del aniversario, en todos los edificios públicos de la otra parte ondea la bandera a media asta.
En conmemoración de dicho aniversario, se ha botado en el arsenal de la Carraca, un destructor al que se ha bautizado con el nombre de "Calvo Sotelo" .

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Anteayer entró en el puerto de Valencia un barcopetrolero que perseguía el "Canarias", buque de guerra nacional. Salió un barco a defender al petrolero y echó una nube protectora, merced a la cual pudo salvarse. El "Canarias" disparó varias veces, cayendo algunos proyectiles en el puerto; el Gobierno dice que sin consecuencias. El "Canarias" se retiró a Palma de Mallorca, pero ha vuelto hoy y ha bombardeado el puerto y Grao. Varios aeroplanos han bombardeado también los indicados puntos y además el camino de Monte Olivete. No sabemos más detalles.

Sábado, 17 de julio de 1937. = Hace un par de días los rojos apretaron en el frente de Teruel y cortaron cerca de Albarracín la línea telefónica de Zaragoza, pero los nacionales contrarrestaron el empuje y restablecieron la indicada línea.

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Ayer vino Emiliano Alvarez Francisco, marido de Finita Gosalbo, dada ya por inútil total a causa de la vista. Está enfermo de los riñones. Se salvó de milagro en el viaje, pue el tren que venía chocó en un paso a nivel, cerca de Calasparra, con un camión cargado de explosivos, que estallaron, matando a más de cuarenta personas e hiriendo a todas las demás menos a siete. El maquinista del tren y el ambulante de correos, que volaron por el aire, apenas si recibieron alguna contusión y se salvaron. Dice que daba horror ver el lugar de la catástrofe: brazos y piernas esparcidos, cabezas, cuerpos destrozados... Emiliano resultó ileso, con gran asombro suyo. Fue de los siete que no recibieron ningún daño.

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Hoy hemos sabido que de las operaciones de estos días han resultado cuatro o cinco heridos de la Puebla, uno de ellos un tal Pu, que está grave. Es un mal sujeto que ha pegado a su padre más de una vez.

Martes, 20 de julio de 1937. = Los nacionales han recuperado Bronchales y otros pueblos de aquel frente.
La ofensiva roja en Madrid y Teruel ha fracasado estrepitosamente. Ahora son los nacionales los que atacan.
Sobre Madrid ha volado hoy un centenar de aviones nacionales.
Nada menos que anunciaban los rojos la toma de Teruel para la semana pasada. En el lavadero de aquí las mujeres rojas, entre ellas una Pan, daban ya su guerra por ganada y a los fascistas deshechos.

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Azaña habló anteayer celebrando el aniversario de la guerra. Habló con su cinismo de siempre. Dijo que deseaba la paz, pero después del triunfo. Echó pestes contra Inglaterra, a la que llamó falsa, por favorecer a unos y a otros, pero principal­mente a los fascistas. Declaró que no se debía hacer ningún caso a la Sociedad de las Naciones, pues en cuanto que los rojos ganen dos o tres batallas, se pondrá decididamen­te de parte de ellos. Afirmó que él está y estará el día del triunfo con toda su autoridad y no permitirán ni él ni su gobierno que hayan venganzas y atropellos, como no los había permitido nunca. Terminó dando vivas a la república y a España... ¿Vitorea a España y no le meten en la cárcel?
Por la noche habló Franco y estuvo muy bien. El Gobierno nacional se halla en Salamanca. En ella se organizó una manifestación monstruo, con grandísimo entusiasmo. Acudieron de todos los pueblos de la provincia.

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Mi Pepito ha visto hoy salir el sol por primera vez.


Jueves, 22 de julio de 1937. = En la ofensiva de Madrid, iniciada por los rojos, han sufrido estos trece mil bajas.
Los nacionales se han apoderado en el frente de Teruel, de Noguera y Villar del Cobo. Este último pueblo forma con Albarracín y Teruel una línea recta de este a oeste, de modo que aquel frente, que ofrecía la forma de un puñal, ahora la tiene de escoplo.

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Hoy se ha ido una camionada de mujeres a Játiva, a ver pasar un tren con sus familiares que van al frente de Teruel. Ha habido hoy muchas lagrimitas en el pueblo. La gente se va enterando de las palizas de los frentes de Teruel y Madrid.
Se ha recibido una carta de Enrique Fayos Martínez, mecánico de aviación, en la que cuenta que el avión que estaba a su cargo ha sido alcanzado por la metralla de un cañón antiaéreo, resultando herido el piloto y muerto un teniente bombardero. Enrique no lo tripulaba.

Viernes, 23 de julio de 1937.= Uno de los pueblos que los nacionales han tomado en el frente de Teruel, es Torres.

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Ha venido con cinco días de permiso Batiste Perelló, hermano de mi jornalero. Estaba en Cabo de Palos. A su fuerza la han destinado a Requena, por miedo a que los nacionales rodeen por allí, bajando del Frente de Teruel, donde están apretando, y ataquen a Valencia desde aquella dirección. Al tal Batiste le ha nacido un niño durante su ausencia.

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A María Lapeire -de Gandía- y a su hijo, los han metido en la cárcel. No se explica la detención de señora tan inofensiva, más que por el prurito de martirizar a las personas decentes, característico de esta gente innoble, de la más repugnante plebeyez de alma.

También han sido detenidas por guardias de asalto, que fueron exprofeso a Albaida, las hermanas del pobre Juan Ferrandis -marqués de Colomer-. No contentos con asesinar a Juan y a su hermano Pepe, detienen a sus dos hermanas so pretexto de espionaje. ¿Espionaje de qué?


Sábado, 23 de julio de 1937. = La radio nacional no se pudo oír anoche bien del todo, por la interrupción del fluido. Sin embargo parece que decía que la bandera roja y gualda ondeaba ya en Brunete, donde creo que nueve mil rojos estaban sitiados. Si es así, deben de haberse rendido.

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El herido Pu ha muerto en el frente de Madrid. Del menor de los Baldrigas nada sabe la familia desde hace más de un mes.


Domingo, 25 de julio de 1937. = Las tropas de Franco han atacado y avanzado algo en todos los frentes de Madrid. En el de Teruel han avanzado, entrando un poco en la provincia de Cuenca.

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Se rumorea que el hijo menor de Eliseo el Nano ha sido muerto en el frente de Madrid.


Lunes, 26 de julio, Santa Ana, de 1937. = "El Mercantíl Valenciano" publica, por fin, la noticia de la caida de Brunete en poder de los nacionales, pero dice que fue porque los rojos lo evacuaron.
Fuerzas nacionales que bajaron del Guadarrama, han copado a tres batallones rojos.
Se bombardea por los franquistas las carreteras que conducen a Gijón y se vigila por los mismos el mar, invitando a los barcos de guerra extranjeros que se retiren de aquellas aguas y registrando todo buque mercante que va o viene por aquella zona, pus no quiren que vuelva a ocurrir lo de Bilbao, que en barcos de guerra extranjeros escaparon los dirigentes rojos de la campaña del norte.

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Se confirma la muerte en campaña del hijo menor de Eliseo el Nano. Ha sido en el Pardo. Se ha sabido por carta particular. El difunto, no obstante ser su padre un burgués acomodadito, blasquista, se hizo de la C.N.T. y se marchó voluntario.
Hasta de ahora, los cuatro muertos y los dos heridos que han quedado inútiles, de aquí de la Puebla, son voluntarios.
A Pepito Gosalbo García lo han declarado útil nada más que para servicios auxiliares. Su madre cree que lo destinarán a servicios farmacéuticos, puesto que solo le faltan para acabar la carrera dos asignaturas. Está en Valdepeñas.


Miércoles, 28 de julio de 1937. = El ejército nacional se ha apoderado de Trías, en el frente de Albarracín.

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Los que se fueron de la Puebla, entre ellos P-P, a la siega, allá en Guadalajara, han regresado disgustadísimos. Les daban la comida en un barreño. El cocido lo sacaban en un cántaro y lo echaban en el barreño. Además, la aviación enemiga solía bombardear a los trabajadores y se dice que cayeron algunos; uno, por lo menos, de Cuatretonda.

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Sigue sin llover. La sequía es espantosa. La mayoría de los pozos del pueblo se han agotado. Nuestro pozo, por ahora, sigue teniendo agua. Entre la helada y la sequía ha quedado muy poca uva. Ha sido escasísima la cosecha de cebada; y la de trigo, más escasa aún. Yo he cosechado tres cahices -36 barchillas- de trigo en cuatro hanegadas y tres cuartones, de lo que todos se han admirado. De cebada he recolectado veinte barchillas en dos hanegadas. Perderemos la simiente y el trabajo -y el dinero- del maíz. Los melones, perdidos. Menos mal que la uva está carísima. La garnacha, verde aún, la pagan en Játiva a 1'50 Ptas. el kilo.


Lunes, 2 de agosto, Nuestra Señora de los Angeles, de 1937. = Varios pueblos en el frente de Teruel han caido en poder de las tropas nacionales; entre ellos recuerdo Toril, Tardiente, Pozo Hondón y Val de Cuenca.
Los de Santander atacaron a ver si podían recuperar Bilbao; y los nacionales se divirtieron haciendo una tortilla de hombres.
Como la radio de Víctor, que la tenía Eleuterio Climent, el de al lado de casa, se ha estropeado, recibimos ahora las noticias con mucha dificultad.

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Anteayer por la noche llegaron al pueblo veinticinco evacuados de Guadalajara y Madrid. Son unos individuos soeces y llenos de miseria. El ayuntamiento dispuso repartirlos por las casas de los no marxistas, por supuesto. El alguacil vino a notificarnos que nos habían destinado uno, pero no llegó a alojarse en casa porque todos ellos prefirieron estar juntos. Entonces el Consejo municipal les destinó el convento y alguna casa vacía, de las requisadas, y que los que habíamos de tenerlos en casa pagáramos un tanto diario que el Consejo señalará. Preferimos esto a tener en casa bichos de tal género. Dos de ellos que pasaron la primera noche en casa del Llarc, exigieron a la patrona, la mujer de Pepe, el presidente del casino de izquierdas, que les preparara el baño. Ella les contestó que aquí apenas si tenemos agua para beber y que si querían bañarse que se fueran a un barranco y, si encontraban un charco, que se bañasen. Renegaron de este pueblo tan malo y lo mismo hacen sus compañeros; y dicen que se quieren marchar.

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Anteayer el otro hizo un año que quemaron los altares y las imágenes de las iglesias de la Puebla.


Miércoles, 4 de agosto de 1937. = Dícese que en el frente de Albarracín los nacionales han tomado Casas Altas y Casas Bajas, del Rincón de Ademúz.

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Ayer, día 3, trasladaron a Castellón de Rugat a los evacuados de Guadalajara y Madrid. El alcalde se desplazó a Valencia a quejarse al gobernador de que enviaran a Puebla a semejante personal, pues hay aquí carestía de todo, debido al pésimo año y hay, además, enorme falta de agua, por lo que apenas podemos beber. El gobernador atendió la queja y mandó un camión para trasladarlos al pueblo indicado. El vecindario estaba ya harto de tal gentuza, que durante los dos días que estuvo entre nosotros se dedicaba a robar cuanta fruta podía, arramblando con cestas de uva y de almendra y si se les advertía el abuso que estaban cometiendo, respondían que ellos habían venido a comer y que tenían derecho a satisfacer su gusto. Hubo que ponerles guardias para que no salieran al campo. En el que más destrozo hicieron fue en uno de Toni de los Santosjuanes, alias Salamanca, el amigo de Víctor. Lo siento, pero le está muy bien, por socialista fanático. Ya habrá visto que los antifascistas son en su mayoría unos indecentes ladrones. Por otros motivos debía ya saberlo, pero no hay nada tan convincente como que le toquen a uno su propio bolsillo. Si los perjudicados por esos fugitivos hubiéramos sido algunos de nosotros, aún permanecerían en el pueblo los evacuados; pero ha sido uno de los socialeros influyentes y véase qué pronto se han echado la chusma de encima.

Se hace algo difícil ir a Valencia, por causa del regreso, pues para salir de allá exigen un salvoconducto expedido por la dirección de Seguridad y cuesta 1'50 ptas. y la gente reniega. Parece que hoy no ha habido tanto rigor y se han dado por satisfechos con los pases de ida y vuelta que expiden los Consejos municipales de los pueblos.
Se dice que en Valencia van a imponer a cada vecino dos pesetas por una sola vez para fortificar la ciudad, pues se teme un ataque de los de Franco.
La C.N.T. y la U.G.T., se han unido, según rumores, para derribar al Gobierno. Los comunistas protestan y dicen que eso se ha hecho de acuerdo con la Quinta columna de fascistas que hay en Valencia. A su vez, los referidos aliados protestan también y dicen que cuando se lanza una acusación hay que probarla. Todo esto causa un malestar cuyo resultado no puede calcularse aún.


Jueves, 11 de agosto de 1937. = Los rojos han perdido Salvacañete, en la provincia de Cuenca.
Ayer, de nueve a diez de la noche, fue bombardeada Valencia por unos aviones.

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Ayer, día 10, se fueron, por fin, Aníbal y Máximo González y Fernández, los niños evacuados de Valencia de las Torres -Badajoz-, que estaban en casa de Eleuterio Climent. Su abuelo vino a por ellos y se los llevó a las cinco y media de la mañana a Valencia. Los han tenido en casa de Eleuterio la friolera de nueve meses y medio, manteniéndolos, vistiéndolos y curándolos, pues el más pequeño -Máximo, de seis años- se rompió un brazo; y el mayor - Aníbal, diez años- pasó el sarampión, cuidándolos Rosa y las chicas como unas madres. El mayor, que es muy bruto, no lo ha agradecido y decía que lo que deseaba era marcharse de aquí y no ver más a nadie de la Puebla. Es ladronzuelo, pendenciero, ingrato y haragán.
Esta noche ha venido María Fayos Pastor a participarnos que se casa dentro de poco. Ya están expuestas las proclamas en el juzgado municipal. Se casa con un hijo del Mulato, que ha sido soldado en esta guerra y ha tenido la suerte de sufrir un accidente de automóvil, que le estropeó el hombro, y aunque está mucho mejor, costará todavía de curar cerca de un año. María Fayos Pastor, hija de aquel santo que se llamó Juan Bautista Fayos e Iváñez, practicante de Fontilles.

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En el tren no se admiten mercancías y se restringe mucho la circulación de viajeros.
Se rumoreaba si el Gobierno quiere irse a Barcelona, pues se teme que los nacionales se presenten en Valencia.

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Hoy nos han costado diez sardinas doce pesetas. Antes de la guerra, Berta llegó a comprar doce, iguales o mejores a las de hoy, a quince céntimos la docena. ¡Oh, paraíso!


Domingo, 15 de agosto, día de la Asunción, de 1937. = Los nacionales han reemprendido la ofensiva en la zona de Santander. En cinco días se han apoderado de veinte pueblos. Están hoy en el frente de Reinosa.
En esta fecha se han ido los quintos de este año. Todos los chicos de ella, menos dos, simpatizan con la causa nacional.

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Han venido a pasar el día con sus tíos, Maruja y María Luisa Bataller y Madramany. Les acompaña Vicente Mollá Cambra, camarero que fue del padre de ellas. Este Vicente Mollá, cuando salió de casa de Alejandro, se trasladó a Madrid, donde conoció a una catalana de familia rica y se casaron. Vive en Barcelona y han venido a su pueblo, que es Onteniente, para reforzarse, pues lo van a operar de apendicitis. Cuenta que en Barcelona se sufre enorme escasez. Hay temporadas que solo se sirven setecientos cincuenta gramos de pan por cada dos personas y para dos días. En casa de un buen médico se vieron una vez tan apurados de hambre, que echaron mano de unas cortezas de habas que habían arrojado a la basura hacía tres días, las limpiaron, las guisaron y se las comieron sabiéndoles a gloria. Con mucho dinero, se ven la mayoría de las personas en trance de no poder comer. Por esta razón se ha venido el tal Mollá a Onteniente, donde se puede comer bastante bien.
A Maruja Bataller la han hecho maestra de una escuela municipal de Onteniente.


Miércoles, 25 de agosto de 1937. = En estos días han pasado muchas cosas.
Se han suprimido por ahora los trenes de viajeros y de mercancías y solo se puede viajar en auto. Esto es debido al traslado y acumulación de fuerzas que hace estos días el Gobierno rojo, que ha acumulado en el frente de Aragón unos ciento setenta mil hombres, según se asegura, con objeto de tomar Teruel y Zaragoza. Anteayer empezó la ofensiva en el mencionado frente, tomando algunas posiciones; pero la radio nacional dice que aunque lograron infiltrarse los rojos en algún punto, fueron rechazados. Sospechamos que, aunque pequeño, el Gobierno de esta parte ha logrado algún éxito en la indicada línea, consecuencia natural del primer empuje de ejército tan formidable. Esperemos y veamos, pues aún es pronto para adivinar el resultado de esta ofensiva, que parece definitivo y desesperado intento.
Hace tres o cuatro días las fuerzas franquistas se encontraban frente a Torrelavega -de Santander-. Esta mañana me han dicho que Torrelavega ya había caído y que las tropas nacionales eran recibidas con indescriptible entusiasmo, no solo en dicha localidad, sino en todas las de aquella comarca, donde se las obsequia con música y bailes. Los indicados pueblos se entregan sin combatir y columnas enteras se pasan a los nacionales.
En un grupo de tres mil prisioneros rojos, aparecieron todos como soldados rasos; los nacionales se extrañaban de que entre tantos prisioneros no hubiese ni un solo oficial. Entonces varios prisioneros señalaron a uno que era comandante; este lo negó y los prisioneros se lanzaron contra él, pegándole; los nacionales pusieron orden e iquirieron la razón de tal violencia; y uno de los agresores dijo que, si querían saberlo, le dejasen ir a él a traer la explicación. Dejáronle ir y volvió con un manojo de vergajos de los que se servían los oficiales, jefes y otros mandones para maltratar a los individuos, a los que hacían combatir a fuerza de golpes. Es decir, que trataban a los combatientes como si fueran esclavos, a estilo ruso.
Esta noche hemos sabido que está ya Santander en poder de los nacionales. La antigua guardia civil que se encontraba en el campo rojo, se ha sublevado y a las tres de la tarde se ha apoderado de la población, cansada de la bestial dominación de los marxistas; y unidos los valientes guardias a otros núcleos, reanimados con la proximidad de los nacionales, se han divertido matando a varios jefes rojos. Mañana será la entrada solemne en Santander.

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Los quintos de aquí que fueron a incorporarse, regresaron, se volvieron a ir, retornaron al pueblo y por fin marcharon definitivamente.


26 de agosto de 1937. = Hoy, a las seis de la mañana, han entrado en Santander las tropas nacionales, siendo recibidas entusiásticamente por la población. Se conocen detalles de la caída de Santander; al huír por mar los jefes principales de los rojos, se sublevaron la guardia civil y los carabineros. Inmediatamente se les agregaron numerosos falangistas y derechistas de aquella capital y dominaron la población sin dificultad mayor. Los jefes de la guardia civil y de los carabineros fueron al punto a presentarse al general Franco, que estaba en Reinosa y le pusieron al tanto de lo ocurrido, asegurándole que la situación se hallaba perfectamente dominada y que las tropas no encontrarías obstáculo alguno en su entrada, la cual, como queda relatado, ha sido hoy a las seis del día.


Viernes, 27 de agosto de 1937. = Más detalles de la ocupación de Santander. La radio nacional daba noticias de las operaciones en aquel frente antes de ocupar la capital y decía que tales y tales columnas estaban en el sector A y otras en el sector B, etc. y que no se sabía nada del paradero de determinada columna, que, acaso, se habría extraviado, lo cual no ofrecía gran peligro para la misma, pues era numerosa, fuerte y aguerrida. Al oír esto los rojos comprometidos que ansiaban evadirse, intentaron escapar por el sector que creían no ocupado, que era el que terminaba en el mar, pero la reseñada columna estaba allí, en su puesto, y sorprendió y apresó a gran número de los fugitivos, que cayeron bonitamente en el garlito que con tanta sombra les preparó la radio. Los de la C.N.T. y de la F.A.I quisieron realizar en Santander un esfuerzo para prolongar la resistencia y asaltaron varias casas de personas sospechosas de querer la rendición, asesinando a algunas, con el propósito de intimidar a las demás. También saquearon tiendas y perpetraron otras fechorías. Coincidió esto con la sublevación de los guardias civiles y de los carabineros, entablándose encarnizadas luchas con los asesinos.
Al entrar las tropas nacionales, con toda solemnidad, en medio del júbilo y entusiasmo del vecindario, las fuerzas ex-rojas cubrieron la carrera, rindiendo honores y lanzando de vez en vez el grito ya famoso de "¡Franco, Franco, Franco!".
La guarnición roja de Santoña mandó inmediatamente aviso de que se rendía.
Se calcula que entre los prisioneros hechos y los demás rojos que se han rendido, exceden de veinte mil.
Apenas se supo la ocupación de Santander corrió el chiste de que Mola (e.p.d.) había entrado en el Cielo. Es que cuando murió, los rojos decían que no pudo entrar en el Cielo, porque al preguntarle San Pedro los méritos que alegaba, respondió el general que había salvado a muchas iglesias, a muchos sacerdotes y a muchos santos... Sn Pedro le replicó que aún faltaba un santo: San Tander y que menos que no lo salvase, que no se presentara por allí. Y como San Tander ha caído, los franquistas completan ahora el chistecito.
"El Mercantil Valenciano" publica hoy el parte oficial del Gobierno este, que dice que los facciosos han comenzado la ofensiva en el frente de Aragón. ¡El colmo! Después de acumular allí el Gobierno de la República nada menos que ciento setenta mil hombres, ahora resulta que son los nacionales los que atacan.

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En Valencia ha habido un conato de manifestación contra Indalecio Prieto, ministro de Defensa. Ha quedado en eso: en conato... Pero ya vendrá lo serio, poco a poco.


Sábado, 28 de agosto de 1937. = Hoy, como casi todos los días, ha venido a pasar un rato con nosotros don José Sala y nos ha comunicado que le pareció oír en la radio de este Gobierno que Zaragoza está sitiada por los rojos. La radio nacional no cuenta nada de eso, pues respecto del frente de Aragón se limita a decir que son muchos los que se pasan a las filas de Franco. Dice, además, que en Santander se está procediendo rápidamente a normalizar todos los servicios, de modo especial el de abastecimientos y el de higiene. La limpieza urbana, sobre todo, dejaba mucho que desear.
A los fugitivos que se aglomeraron en Santander cuando se aproximaban los nacionales, se les alimenta, se les clasifica por pueblos y se les envía a sus respectivas localidades.
También cuenta la repetida radio, que hay varias colonias de niños de la parte nacional veraneando en Italia, alojados en campamentos, en compañía de niños italianos, con los que conviven en cordial camaradería.
Las fuerzas nacionales ya entán en el límite de las provincias de Santander y Asturias.

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Ha estado hoy en casa a comprarme la uva rosseti de la Fuente de Miñana, Antonio Santosjuanes, alias Salamanca. Han resultado setenta arrobas, por las que he recibido setecientas pesetas. Si no se me llega a helar la uva de aquella finca, hago cuatrocientas arrobas lo menos y cobro cuatro mil pesetas. Suerte que tiene uno. A pesar de todo, gracias sean dadas a Dios mil veces.

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Esta pobre gente se halla tan fanatizada, que el bueno de Salamanca me decía, hablando de la guerra, que si ganasen los de Franco nos mataría a todos. He intentado hacerle ver que es imposible que maten a siete u ocho millones de personas; pero me ha respondiedo que los exterminadores no serían los nacionales españoles, sino los extranjeros, pues los alemanes ya se habían establecido en Larache y Andalucía y los italianos en Mallorca y que como quieren el territorio para ellos exclusivamente, asesinan a todos los españoles hombres, mujeres y niños, sean de la idea que sean. Semejante disparate me ha dejado sin palabra, porque díganme ustedes qué es lo que se contesta a un hombre así, ignorante y tan convencido de lo que afirma con el mayor aplomo del orbe. Es un crimen de lo más abominable el que están cometiendo el Gobierno y la prensa roja al engañar de modo tan ignominioso a los trabajadores. Casi todos ellos están íntimamente convencidos de que si triunfan los nacionales asesinarán sin piedad al mundo entero. Si no los engañaran así, ¿cómo fuera posible que la guerra durara tanto y se derramara inútilmente, insensatamente, estúpidamente, un océano de sangre en una lucha perdida ya hace tiempo para el Gobierno rojo? ¡Qué castigos debe reservar Dios a los negociantes criminales que engordan con las miserias de un pueblo al que han embrutecido!
Hoy se marcharon de casa de Ladislao Soriano los sinvergüenzas de P y su mujer T alias M. Estos individuos se instalaron en la expresada casa con el descaro del mundo. El P-P, siendo presidente del Comité, reclamó para sí la vivienda requisada, es decir, que en provecho propio se valió del cargo que ejercía, sin experimentar el más mínimo rubor; ¿pero qué saben ellos lo que son el rubor y la dignidad? Blas Soriano, que ocupa el piso principal, se propuso hacerles imposible la vida y a medida que las circunstancias han ido cambiando, los ha molestado más y más hasta que los ha hecho saltar. Les derribó un pesebre que habían construido en la bodega, les esparció el estiercol por el patio, les descerrajó la puerta de la calle e hizo otras cosas parecidas, contando, desde luego, con la aquiescencia del alcalde y del juez municipal que, por lo visto, no pueden tragar al zafio ex presidente. Lo cierto es que la casa ya está libre y que los orgullosos ladrones han tenido que salir con el rabo entre piernas y siendo objeto de la rechifla universal.


Martes, 31 de agosto, San Ramón Nonato, de 1937. = Las noticias que tenemos de la guerra son muy interesantes.
Los rojos han atacado ferozmente por Zaragoza y por Granada. Estaban muy contentos los marxistas de aquí, pues llegaron a creer que Teruel había caído en sus manos y que Zaragoza no tardía en correr la misma suerte; pero Teruel no ha caido y apenas si se combate allí. En cuanto a Zaragoza se dice que los nacionales han hecho una bolsa o, lo que es lo mismo, han casi copado a un importante núcleo de fuerzas rojas. Esta tarde decía "Radio Verdad" que en el frente de Zaragoza se combate durísimamente, que varias columnas de rojos se han pasado a los nacionales y que en el frente de Granada atacaron los rojos pero fueron rechazados, dejando delante de las trincheras ciento cincuenta cadáveres y mucho armamento, progresando los nacionales, que ocuparon varias posiciones del ejército de la República.
Se ve hoy claramente que la gentuza no está opitimista. Uno que ha llegado hoy de Valencia dice que allí no se recata nadie de hablar mal de Indalecio Prieto, ministro de Defensa, que en varios días ha perdido muchos kilómetros cuadrados de territorio.

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Vendí mi uva rosseti de los campos de la carretera y la de la misma clase de Rafael de los campos del Musòl. Han resultado 165 arrobas, que a 10 Ptas. son 1.650 Ptas. En conjunto, pues, tenemos en casa 2.350 Ptas., que nos han venido muy bien, pues estábamos completamente exhaustos de dinero. De Valencia recibimos muy poco; y de Gandía, nada ya. Con este dinero de ahora se ha solucionado el problema para varios meses. Después, Dios dirá. Hasta el momento presente no nos ha abandonado. Confiamos en su divina Providencia.


Miercoles, 1 de septiembre de 1937. = Los nuestros están en San Vicente de la Barquera, último pueblo importante de la provincia de Santander en su límite con la de Asturias. Desde el 14 de agosto al día de hoy, pasa de sesenta los pueblos que han conquistado en aquella zona. En el frente de Aragón han atacado los rojos con gran furia, pero han sido rechazados y han tenido que retroceder algunos kilómetros. El general Pozas, rojo, ha dicho, según la radio franquista, que la ofensiva de los gubernamentales ha fracasado.


Viernes, 3 de septiembre de 1937. = Hoy ha cumplido tres años mi Rafaelín. Está gordito, es blanco, altito, muy simpático y no parece nada tonto. Del año pasado a este ha crecido cuatro dedos.

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Nos hemos pasado el día, desde las cinco de la mañana, vendimiando el único campo que tengo de garnacha. Son ocho hanegadas en la partida de Sarrient. La expresada garnacha se la he vendido a Lluesma, al precio de catorce reales la arroba. Han resultado 368 kilos, o sean 28 arrobas y 28 libras. Es el segundo año que aquel campo da cosecha; y como en este se me ha helado dos veces y además falta por ingertar, pasa de la tercera parte, el producto ha sido muy escaso. Para vendimiar hemos ido mi hermano Rafael, mi Pepito y Paquito el sobrino de mi madre política. Hemos comido en el campo y trabajado como negros, ahorrándonos así algunos duros, pues los cortadores de uva cobran esta temporada 10 Ptas. de jornal.
Las mujeres que limpian la uva de mesa cobran 5 Ptas. al día; y los arregladores de uva en la panera, 15 Ptas. Son precios que hace un par de años nos hubieran parecido fabulosos, pero hoy son muy lógicos, puesto que todo está carísimo. La uva se vende en los mercados de las poblaciones importantes, a 24 Ptas. y aún más la arroba.
Como detalle de cómo se están poniendo las cosas, diré que los hombres que siegan arroz en la Ribera, cobran 25 Ptas. por jornada de cuatro horas... ¿Es posible que el arroz vaya después barato? Ni aunque lo mande la bula. Pues a ese compás va todo.


Sábado, 4 de septiembre, fiesta local del Patrono San Blas, de 1937. = Dice hoy la prensa roja, que los suyos han tomado Belchite, en el frente de Zaragoza. Con tal motivo hay gran alboroto oficial y efusivas felicitaciones al general Pozas. Los nacionales, por su parte, aseguran que los rojos atacaron furiosamente, logrando infiltrarse en la población, pero que fueron rechazados con numerosas bajas. Se ve, pues, que el Gobierno rojo ha tenido un éxito, aunque lo ha exagerado un poquito.
Los nuestros han ocupado Potes -Santander-.


Domingo, 5 de septiembre, tradicional fiesta del Santísimo Cristo del Amparo, de 1937. = El día transcurre lánguidamente, recordando las viejas y devotas solemnida­des. Pero a todo se acostumbra uno y forzosamente nos hemos de resignar. Ardemos en deseos de restaurar lo destruido y nuestro pesar parece que se alivia por cierto optimismo que flota en nuestro derredor. Que no permita Dios se defrauden nuestras esperanzas. Hacen falta a la débil fe tangibles éxitos, claras manifestaciones del poder divino.

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Sigue afirmando la radio nacional que Belchite no ha caido en poder de los rojos. Estos dicen hoy que se lucha en las calles de Belchite y que los facciosos se han hecho fuertes en el campanario. De donde se deduce que la toma de Belchite, de ser cierta, ha sido solo a medias.


Lunes, 6 de septiembre, festividad local de la Divina Aurora. = Los nuestros han ocupado Llanes, puerto de mar, en la provincia de Asturias, a veinte kilómetros del límite de la provincia de Santander.
Los rojos dicen hoy que los nacionales acumulan grandes fuerzas en el sector de Belchite. Aquellos niegan la toma de Belchite. Estos retrucan que sí que lo tienen. El tiempo descubrirá quién lleva razón.

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Berta ha ido a Valencia a cobrar los alquileres. Ha recaudado algo y regresado hoy mismo. Ha comprado a Pepito un saca-puntas en forma de reloj despertador; a Bertita un abanico que lleva pintada a Caperucita Roja; al pequeñín, un juego de bolos; y a Paquito su primo, un cinturón. Cuenta que en Valencia no se habla más que de subsistencia, pues la carestía es alarmante.


Miércoles, 8 de septiembre, Natividad de Nuestra Señora. = Tienen razón los rojos. Cada cosa, lo que sea. Belchite está en poder de los de esta parte. Les ha costado tres mil bajas. Los nacionales han tenido mil. Para tomar Belchite han empleado los rojos un ejército inmenso. Solo en aquel sector tienen unos setenta mil hombres.
Los nacionales se han apoderado de varios pueblos más en la provincia de Asturias, entre ellos Peñamellera. Divisan ya la Basílica de Covadonga, que ha sido saludada con 21 cañonazos -honores Reales- disparados con cañones cogidos a los rojos. Honores Reales que corresponden a la Virgen por derecho propio, pues la Santísima Virgen de Covadonga fue la primera reina de la Reconquista. Dios sabe lo que habrán hecho de la gloriosa imagen los bestiales marxistas! Desprecian la gloria patria, la historia sin par de la madre España, su cultura, la base de su grandeza. Luchan las masas, sin saberlo, contra su misma patria. Están envenenados de tal manera por sus sectarios dirigentes, que han llegado al extremo de odiar a quien grite ¡viva España! En la España dominada por los rojos no se puede vitorear a España: es un delito.

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La carestía va en aumento. En pocos días he visto pasar por mi calle dos recuas de borricos viejos y enfermos para el matadero de Valencia: esa es la carne que se come en las capitales. Los huevos van a pesetas cada uno. Por una cabrita mediana, de las que maman aún, se pagan veinticinco y treinta duros. De un cerdo de ocho arrobas, 1.000 Ptas. A este compás va todo. En plena cosecha, apenas hay pan. El próximo invierno se presenta pavoroso.


Lunes, 27 de septiembre de 1937. = Hace días que no he puesto nada en mi diario, porque casi todo seguía igual y era tonto repetir y repetir.
Después de la toma de Belchite por los rojos, nada de particular ha sucedido en aquel sector. Los que vienen de allá dicen que fue un combate espantoso. La dichosa toma de Belchite costó al Gobierno rojo innumerables pérdidas de hombres.
La marcha actual de la guerra es que los nacionales están en Pría, a unos cincuenta y cinco kilómetros de Gijón; que ayer avanzaron por allí algo más; que en el frente de Toledo, tras una violenta lucha, los nacionales han progresado catorce kilómetros; y que en el frente de Aragón, por Gállego, han avanzado catorce kilómetros también.
El Gobierno rojo ha llamado a los mozos que el presente año cumplen 18, 19 y 20 de edad. Asegura que es para instruirlos militarmente. Eso hará. Y luego, ya instruiditos, al frente... No quedan brazos. Ya se verá quién trabaja las tierras.

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Dícese que en Barcelona se ha producido estos días pasados una manifestación de mujeres pidiendo pa o pau. Fue disuelta por la policía, encarceladas muchas mujeres y fusiladas algunas de ellas... Como me lo contaron lo cuento.
Lo del encarecimiento de las subsistencias es enorme. Hoy he querido comprar cuatro barchillas de avena para la siembra. Me cuestan a 9 Ptas. la barchilla. Dias pasados compré 68 kilos de cebada y me costaron a peseta el kilo... Las algarrobas están a 7 Ptas. la arroba. A todo esto el Gobierno ha tasado los géneros: los huevos a 3'25 la docena, la cebada a 0'45 el kilo; y así por el estilo todo lo demás... Pero ni por esas: se sigue vendiendo a precios exhorbitantes. Hasta el granillo -granet- de uva se vende este año a 0'43 pts. el kilo. El arroz va escasísimo. Hoy había en la iglesia una larguísima cola de mujeres para lograr un cuarto de kilo de arroz y eso en plena cosecha, es decir, apenas segado el arroz... Cuando se acaben el arroz y la harina ¿qué es lo que se va poder comer? Si Dios no hace un milagro -y debe estar demasiado harto de nosotros para hacerlo- en este invierno nos moriremos de hambre. El panorama que se presenta me asusta por todos nosotros, desde luego, pero principalmente me horroriza por mis hijos. Haremos cuanto sepamos para que no falte nada a las pobres criaturas. No quiero pensar en esto más ni adelantar acontecimientos con la imaginación. Cuando lleguen, si es que llegan, ya los sufriremos todos y Dios no nos abandonará.


Mártes, 28 de septiembre de 1937. = Los nuestros están en Rivadesella, a 50 kilómetros de Gijón. El parte oficial del Gobierno de Franco dice que los rojos de aquel sector de Asturias son unos valientes, que no se rinden, que antes de entregarse, mueren heroicamente; que son, indudablemente, unos equivocados, pero que pelean con una bravura y un tesón increíbles. Qué pena, digo yo, que ello sea en servicio de una causa abominable! ¡Qué envenenados están!

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Mussolini ha visitado Berlín. Se le ha hecho un recibimiento apoteósico. La prensa roja decía, hace unas dos semanas, que se había desistido del mencionado viaje dada la tirantez de relaciones entre los Estados alemán e italiano. Ni se ha desistido de tal viaje, ni hay por ahora ninguna tirantez. Son todo patrañas de la prensa sectaria, madre de la mentira.

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Desde más de medio año que apenas hay leche condensada ni azúcar. Tanto una como otra se han de adquirir con receta del médico. Mis hijos se toman la leche de cabra, sin azúcar. Suerte que se han acostumbrado.
Dos meses ya que el estanco de aquí no ha podido hacer saca. Si alguna vez fumamos es porque los ordinarios traen algún paquetito de Valencia de los de a veinte céntimos los catorce cigarrillos de hebra malísima, pero que cuando logramos adquirirlos nos parece que estamos fumando tabaco habano de superior categoría. Los ordinarios nos cobran a veinticinco céntimos el paquete. No es mucho el sobreprecio. Chimet el del casino suele tener paquetes de la misma clase, y nos los vende, a veces, a treinta céntimos. Otros nos lo cobra a real. El precio depende del número de intermediarios que operan.


Miércoles, 29 de septiembre, día de San Miguel, de 1937. = Serían las dos y media de la tarde, estaban mis hijos, Manolito Vera y Paquito -primo de Berta- jugando sobre el rellano que forma la puerta de la pajera, es decir, la que tapa la especie de chimenea por donde se echa la paja al pesebre. Rafaelín ha empujado a Pepito; este se ha cogido a Bertita, que no ha podido sostenerlo; y los dos han caido a la escalera, dándose Bertita un golpe en la sien y haciéndose un poco de sangre. Gracias a Dios no ha sido cosa mayor, pero hubiéramos podido tener un serio disgusto de haber sido el golpe más violento. Hemos llevado la chica al hospital o casa de socorro -Colegio de San José- y el médico don Joaquín Vila la ha curado. Luego, en casa, la hemos acostado por precaución. Al anochecer se quejaba de que no podía respirar. Su madre le ha hecho beber magnesia y la chica ha mejorado, quedándose bien. A Pepito, que cayó debajo de su hermanita, no le ha ocurrido nada.


Jueves, 30 de septiembre de 1937. = Han venido a Puebla Ladislao Soriano Gomis y doña Joaquina Arbona su señora. El motivo del viaje ha sido ver a Lola Bononat, esposa de Blasito Soriano Corredor, que está enferma. Querían permanecer en Puebla unos días, pero temen que si dejan vacía su casa de Valencia, se les llene de evacuados de Madrid, que de nuevo invaden la capital levantina.


Viernes -Primer Viernes-, 1 de octubre, día del Santo Angel Tutelar de España, de 1937. = He ido a visitar a don Ladislao Soriano y a su señora. El está algo más envejecido, pero por lo demás lo he encontrado bastante bien. La que está muy desmejorada y parece diez años más vieja es doña Joaquina. Se conoce que el ánimo de los dos ha padecido muchísimo. Me han contado que a Maria Lapeire la han absuelto y le han dado completa libertad; pero antes se hicieron con 125.000 Ptas. que tenía en el banco. Está muy optimista don Ladislao respecto a la guerra. Dice que personas bien informadas aseguran que la guerra terminará este mes... Dios que le conserve la vista.


Sábado, 2 de octubre de 1937. = A las cuatro de la tarde de ayer, ondeaba ya la bandera bicolor junto a la cruz de la Basílica de Covadonga.

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Ayer se celebró con gran entusiasmo en toda la España nacional, el primer aniversario de la proclamación de Franco como Dictador y Generalísimo. Principalmente en Zaragoza, Teruel, Salamanca y Sevilla las fiestas han sido muy brillantes. Hubo solemnes Te Deum y músicas, veladas y discursos.

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Ha revestido gran importancia la declaración que el presidente federal suizo ha hecho en plena cámara de su pais, defendiéndose de la acusación que por algunos se le ha dirigido por haber nombrado cónsules en la España facciosa. Ha declarado que Suiza es un Estado serio y se debe a la verdad; y esta es que los sublevados son dueños de la mayor parte del territorio español, donde reina el orden más perfecto, sin que hasta la fecha se haya visto Suiza en el caso de haber de socorrer en dicha parte a ningún súbdito, ni formular ninguna reclamación, cosa que, por desgracia, no podía decir del otro bando. La cámara aprobó por unanimidad la conducta del presidente.

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Don José Sala me ha dicho que espera que su mujer venga pronto a Puebla, porque se va a trasladar a Carcagente la fabricación de municiones y pertrechos de guerra que se hacía en el puerto de Sagunto, donde apenas si queda nada. Los aeroplanos y buques nacionales lo han destruído casi todo. Y si han destrozado aquellos talleres o depósitos porque se dedicaban a material de guerra, es de presumir que a Carcagente le pueda ocurrir lo mismo, por idéntica razón y que a doña Carmen Arbona y Abargues no le guste exponerse a correr un riesgo de tanta gravedad.

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Mi Rafaelito estaba haciendo travesuras esta tarde y su madre le ha dicho:
- Estate quieto o te mato!
Y el ha respondido:
- Pues yo te mataré a tí y a la abuelita y esto será un matadero de burros.
Es de lo más fresco.


Domingo, 3 de octubre de 1937. = Me han dicho que han puesto en libertad a Luis Lucia Lucia, compañero mío que fue en dos cursos de la carrera. Era director de "Diario de Valencia" y ex ministro con Lerroux.

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Ha regresado a Valencia el matrimonio Soriano-Arbona.


Lunes, 4 de octubre, día de San Francisco de Asís, de 1937. = Ha sido herido en el frente de Teruel, el hijo de Vicènt el de la casa de Marchillent. La herida es en un hombro. Ha sido cosa leve. Su familia fue a verle. Lo han evacuado a Benasal. El y sus familiares son contrarios a los rojos; y es una pena que haya sido herido precisamente por de los su ideología.


Miércoles, 6 de octubre de 1937. = Murió ayer Teófilo Martínez Navarro, hermano de mi buen amigo Primitivo. Hoy, a las cuatro de la tarde ha sido el entierro, presidiendo el duelo sus dos hermanos Lázaro y Víctor, su tio Herminio e Ignacio Boscá, suegro de Primitivo. Este último no ha podido acompañar al cadáver de su hermano porque se halla en Barcelona, incorporado a una columna de aquel ejército, en el que voluntariamente ha ingresado antes de que llamaran a su quinta y lo destinaran a punto más peligroso. Al fúnebre acto ha concurrido bastante personal. El pobre Teófilo ha muerto a los veintiún años, víctima de tuberculosis, achaque de esa familia. Era un buen muchacho. Descanse en paz.


Viernes, 8 de octubre de 1937. = A pesar de las lluvias los nacionales han adelantado algo en Asturias.

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Fue recibido ayer en Burgos el Legado del Papa, con el mayor entusiasmo. Le rindieron honores una compañía de moros regulares y otra de la guardia civil. Luego de la recepción pasó a cumplimentar a la esposa del Generalísimo.


Sábado, 9 de octubre de 1937. = Desde ayer que no hay carnicerías en esta villa. Las cerraron sus dueños por haberles obligado a vender a precio de tasa. En la venta perdían los carniceros un cuarenta por ciento. En Elda se han cerrado también, que yo sepa, dos carnicerías por la misma razón. De pronto producirá esto el natural trastorno, pero si el Gobierno tiene energía en lo de la tasa y la aplica a todos los géneros, impidiendo la especulación y el abuso, que hoy son generales, no cabe duda que el resultado beneficioso no tardará en apreciarse. Ahora bien: si la tasa es para unos géneros y para otros no, los efectos han de ser necesariamente catastróficos.


Domingo, 10 de octubre, día de San Francisco de Borja, de 1937. = Carmen Aliaga Climent, hermana de Remedio la mujer de mi jornalero, ha dado a luz hoy, a las ocho de la noche, una chiquita. El padre, Enrique Fayos Martínez, hoy mecánico de aviación, se halla en el frente. Esta Carmen Aliaga es casada como gran número de muchachas de ahora: por lo civil. Que sea muy feliz y que vea a su hijita hecha una mujer honrada y de provecho.


Jueves, 14 de octubre de 1937. = Hace varios días los nacionales tomaron Cangas de Onís. Los rojos, antes de abandonar tan importante población la destruyeron casi toda, hasta el punto de ser preciso recorrer calles enteras para encontrar un edificio intacto. Este estilo de guerrear es completamente ruso: destruir y destruir, sin mirar lo que se destruye ni a quién se perjudica. Bien se divierten los dirigentes rusos que han venido a España, destruyéndola, valiéndose de los mismos españoles para destrozarla. El sistema que siguen los rojos es ese: allí donde imperan, queman, derriba y pulverizan iglesias, bibliotecas, monumentos y toda clase de obras de arte religioso; y cuando huyen, entonces lo quemas y arrasan todo, religioso y profano. Es la barbarie: destruír, destruír. Estilo puramente ruso. No tendrá vergüenza España si después del triunfo sostiene relaciones con la Rusia bolchevique.

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En el frente de Aragón, sin que pueda señalar nombres, los nacionales han ganado varios pueblos, creo que cinco.
El día de la Santísima Virgen del Pilar quisieron los rojos celebrarlo atacando por aire a Zaragoza con treinta aparatos. Como los nacionales ya se lo esperaban, mandaron su aviación al encuentro de la roja, trabándose un combate de fatales consecuencias para esta, puesto que de los treinta aparatos pudieron regresar tan solo seis a su base. Los veinticuatro restantes fueron derribados. Caro les costó a los rojos su propósito de perturbar las tradicionales fiestas que los maños dedican a su Pilarica. ¡Viva la Pilarica!
También se han apoderado los nacionales de Soto del Barco, en la costa de Asturias.

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Es célebre mi Rafaelito. Días atrás se le ocurrió ir a la escuela de don Emiliano Alvarez, en compañía de Dominguet el hijo de mi jornalero. El maestro tomó en brazos a mi pequeño y le dijo: "Vamos a dar lección. Mira: esta letra es la a. Dila." Y Rafaelito dijo: "a". "Esta otra es la e"... "Bueno -dijo el niño-, yo no sé eso". "Pues a ver si lo aprendes" -repuso el maestro-. Y entonces Rafaelito le arrojó el libro a la cabeza. Don Emiliano le dio una palmadita y lo hizo sentar. Rafaelito agachó la cabeza y estuvo así un ratito; pero al levantarla y ver que todos los chicos le miraban y se reían, se alzó y le pegó un fuerte puñetazo al maestro. A su vez, este le devolvió un palmada algo más fuerte; y al percatarse el chico de que el castigo parecía en serio, se sentó y se tapó los ojos con el brazo, permaneciendo así mucho rato, muy enfadado, pero sin llorar. Don Emiliano nos lo ha contado y ha dicho que les hizo a él y a toda la clase muchísima gracia. La verdad es que todos tienen que ver con él.


Viernes, 15 de octubre, Santa Teresa de Jesús, de 1937. = El maestro don Emiliano Alvarez, que ha estado hoy en casa, nos ha dicho que ha oído en su radio que los franquistas bombardearon ayer Cartagena, haciéndo numerosas e importantes víctimas, una de llas el comandante del "Jaime I", cuyo navío está hundido en aquel puerto.
También decía la radio nacional que en el frente de Aragón hubo combate en Fuente de Ebro y que en él fueron apresados por los nuestros 27 tanques rusos, 17 de los cuales han sido ya reparados y puestos al servicio de la causa de Franco. Queipo de Llano se burlaba de los rusos diciéndoles que mandasen mucho material, que los nacionales ya se encargarían de utilizarlo.

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Ha venido Enrique Fayos Martínez -el Morrut-. Llegó ayer a media noche de Játiva y por no tener paciencia de esperar coche o tren, hizo a pie la caminata de Játiva a Puebla, entrando aquí a las cuatro de la mañana. Aún no sabía el nacimiento de su hija, pues la carta que le escribieron notificándoselo, no había llegado a su poder. Me ha parecido algo más delgado y que no estaba tan alegre como la anterior vez que le vi.

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Media ristra de ajos le ha costado hoy a Berta 1'20 pts.
Ayer volvieron a abrirse las carnicerías, vendiendo sin hacer caso de la tasa. El Gobierno rojo tiene muy hermosos proyectos y normas, pero se quedan en eso. Prácticamente es el desastre en todo.


Sábado, 16 de octubre de 1937. = Hoy he sembrado avena por mi propia mano en dos campos del Enchilagar, los que en esta cosecha pasada han sido de trigo. Me he ahorrado así 5 Ptas., que es lo que cuesta hoy un jornal de mujer para sembrar.


Domingo, 17 de octubre, Santa Margarita María de Alacoque, de 1937. = Victoria Bataller Esteve -Victoria del Rey- ha recibido carta de su hijo Pepe Fayos, que está de secretario del comandante Gil Ferraút. Escribe desde Vallecas y dice que cree que lo harán ir a Guadalajara. Se halla bien.


Lunes, 18 de octubre de 1937. = Villaviciosa de Asturias e Infiesto han sido ocupados por los nacionales. Se observa que ya no ofrecen los rojos tanta resistencia en aquel sector. Aquello de morir antes que rendirse, va menguando algo. Allí no cogían los nuestros más que cadáveres. No podían hacer prisioneros, porque primero se dejaban matar. Pero ahora ya se entregan por grupos algo considerables, uno de elos, de seiscientos. La radio nacional decía que el gobernador de Asturias y el que lo fue de Málaga, que se hallaban en Gijón, han escapado. Por tal razón quizá, la resistencia de los mineros ha disminuido un tanto.


Miércoles, 20 de octubre de 1937. = A mis hijos Pepito y Bertita y a Paquito el primo de Berta, los han vacunado hoy contra el tifus, que según dicen causa algunas víctimas en pueblos próximos. Bertita ha sido la promotora de tal operación. Ansiaba que la vacunaran, al ver que a sus compañeritas de escuela las vacunaban y a ella no. Cosas de criaturas. Su madre la ha llevado al hospital, con Paquito, Pepito y Rafaelín y se han vacunado la chica, Paquito y Pepito, que han estado muy valientes, lo que no me ha extrañado en Bertita y Paco, pero mucho en Pepito, que es un miedoso; y he quedado gratamente admirado al saber que no solamente no se ha puesto a llorar, sino que estaba muy animoso. Después de la comida se les ha notado algo de malestar, y a la chica, más molesta que los chicos, la menos acostado al anochecer, pues estaba con un poco de calentura. Al ir a darle la inyección a Rafaelito, ha echado a correr diciendo: "Ya me la daré esta noche". Y se ha venido a casa.

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Hoy hechos adquirido tres potes de carne de Montevideo, que ha traído el Ayuntamiento para el consumo de la población. Cada pote es de más de tres cuartas de kilo y cuesta 2'50 Ptas., precio que nos parece baratísimo, dado lo cara que aquí se vende la carne. Con decir que la arroba de cerdo cuesta 125 Pts. está dicho todo. La mujer de mi jornalero Domingo compró anteayer un cerdito para criarlo y le costó ciento cuarenta pesetas. No tendrá más de dos palmos y medio. La carne de Montevideo nos ha parecido excelente. Muchos del pueblo no la querían, pensando si era de burro; pero al oír las alabanzas de los que la probaban y, sobre todo, que los senyorets adquirían cuanta les era posible, se han apresurado a proveerse de la mayor cantidad a su alcance.


Jueves, 21 de octubre de 1937. = Grandes noticias. Me ha dicho nuestra vecina Rosa Francés, que hoy, a las tres de la tarde, Gijón ha sido ocupado por los nacionales. Se conoce que la desmoralización de los rojos ha sido muy grande, a consecuencia de la fuga de los principales jefes. Por eso Gijón ha sido ocupado sin combate. Los elementos derechistas se apoderaron de la radio y por medio de ella animaban a los suyos y llamaban a las tropas nacionales.
Uno de los vapores que habían zarpado de Gijón llenos de fugitivos que han sido apresados por los franquistas.
Mi hermano me dice al anochecer que los nuestros van a marchas forzadas hacia Avilés.

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Entre Rafael y yo hemos vendimiado hoy la uva de arcos y la de bobal de los Fondets del Camino de Benigánim. Han salido siete capazos entre todos. Aquellos campos se me han helado este año tres veces. De esa uva hará mañana en el lagar de mi vecino Benjamín, un tonelito de vino para el consumo de casa.


Viernes, 22 de octubre de 1937. = Loas buenas noticias se precipitan estos días. Apenas cayó Gijón, fueron rápidamente los nuestros y ocuparon Avilés. La radio nacional, en su emisión casi contínua, ha dado detalles de la toma de Gijón. Los rojos quisieron a última hora ensañarse con los presos por derechistas. Estos se sublevaron y salieron a la calle apoyados por la población, harta ya de tan bárbara tiranía y envalentonada con la proximidad de los de Franco. Se apoderaron de la radio y pidieron con urgencia el envío de fuerzas. Al instante fueron atendidos. Luego, las emisoras nacionales radiaron el júbilo de su España. Se oía como decían: "Ya no hay frente en Asturias! ¡Ya todo el Norte está dominado! ¡El Cantábrico es todo nuestro!"... Luego conectaban con Zaragoza y llegaba hasta nosotros el volteo de las campanas, el clamor de la muchedumbre entusiasmada, los vivas a España y a Franco, los himnos y marchas que ejecutaban las bandas de música... Después conectaban con Sevilla y escuchábamos las campanas de la Giralda y también, como en Zaragoza, se oían frenéticos vivas a España, al Ejercito, a Falange, etc., etc. En las demás poblaciones, lo mismo. En todas partes de aquella España -la verdadera- se han cantado solemnes Te Deum y explosiones de inmensa alegría.

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El Gobierno rojo ha hecho ingresar en San Miguel de los Reyes a los generales José Asensio, Toribio Martínez Cabrera y al coronel de Infantería Miguel Hernández Arteaga. Y ha sido detenido en Barcelona el general Fernando Martínez Monje. Estas detenciones y prisiones son consecuencia del proceso incoado contra dichos militares, por la caída de Málaga... Ahora se acuerdan! Creemos que el Gobierno, al ver que la gente lo acusa de estafador del pobre pueblo, al que ha engañado, se quiere quitar la espina y echa la culpa a los militares que le han permanecido fieles.

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Empezó ayer la coeducación en las escuelas de Puebla. Los alumnos y las alumnas están juntos: niño, niña, niño, niña. Hay orden de no vigilar demasiado a los escolares. Los individuos de una misma familia han de ir a diferentes escuelas. La cuestión es deshacer la familia, sobre todo la honrada familia española. Los mismos maestros y maestras no están conformes con el sistema de la coeducación. Ya don Angel Recuenco -el maestro más rojo del pueblo- ha tenido que castigar a un zangolotino, porque se ha propasado con una alumna, la cual se quejó al profesor. Parece mentira que cuando hay problemas tan serios y gravísimos que resolver, se pierda el tiempo en porquerías como esa de la coeducación! Y así le van las cosas al gobierno rojo.

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Como anuncié ayer, hoy han pisado en el lagar de Benjamín la uva mía de arcos y bobal. Han resultado 13 cántaros.


Lunes, 25 de octubre de 1937. = De la guerra, ninguna noticia sensacional. Ayer dejó de correr algún tren de viajeros, se dice que por causa de que el gobierno rojo está llevando a Madrid mucho material de guerra.
Los generales nacionales Dávila, Sarabia y Aranda, han pasado de Asturias al frente de Aragón. El general Dávila es el que sustituyó al malogrado general Mola; el general Sarabia, uno de los que más eficazmente han actuado en la ofensiva de Asturias; y el general Aranda es el héroe de la defensa de Oviedo.
Aún hay rojos que confían y otros que hacen como que confían en su triunfo; pero con fijarse en su manera de hablar y en el semblante de la mayoría de ellos, se ve que sus ánimos tan retadores antes, se encuentran ahora muy abatidos.

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Hoy han enterrado a Julia Pastor Calatayud, madre de Elías Pastor Pastor, que ha venido con permiso a estar con ella en sus últimos momentos. Descanse la buena Julia en paz. Elías está en el frente de Madrid.

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En virtud del sistema de coeducación, han distribuido a los niños y niñas entre las cuatro escuelas -dos de maestros y dos de maestras-. A Pepito le ha correspondido ir a la de María Fayos Martínez; a Bertita, a la de Amparo Climent; y a Paco, a la de Emiliano Alvarez Francisco. Es decir: los tres niños de casa, a diferentes escuelas, porque de lo que se trata es de relajar los vínculos familiares. ¡Qué corona de alfalfa se merecen los educadores rojos!

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Juan Navarro Soler, hijo de Blay l'Escolá, ha traido de Algemesí varios cerditos para vender. Pedía de cada uno de ellos 32 duros. Son un poquito -muy poco- más grandes que los que no hace mucho se vendían a 28 duros; pero así y todo es demasiado dinero. Lo peor no consiste en lo que cuestan los animales; lo tremendo es que hay muy poco pienso y carísimo. ¡Cualquiera los mantiene!


Miércoles, 27 de octubre de 1937. = Esta tarde han venido unos cuantos guardias de asalto y han preguntado por las carnicerías. Adrián había vendido toda la carne. Se han ido a la carnicería de Vicente y le han obligado a vender a precio de tasa. Es una lástima que no hayan hecho lo mismo con el ayuntamiento, convertido en comercio de ultramarinos.

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Ayer estuvo Berta en Játiva a ver a una curandera para que le dijese lo que tiene que hacer con objeto de curarse de los insomnios que padece, motivados, a mi entender, por malas digestiones. Esta curandera es la que un par de años atrás curó a Rosa Francés, nuestra vecina, de una afección al corazón, dejándola, según la misma dice, completamente restablecida.
Hoy han dado la segunda inyección contra el tifus a Paquito Morte y a mis hijos; les ha molestado más que hace ocho días. Los tres han tenido calentura, especialmente Pepito, que ha llegado a los 38 grados.


Jueves, 28 de octubre de 1937. = Me dice Salvador Gosalbo Camarena -Salvoret el Botiguer- que los rojos han rectificado sus líneas en el frente de Aragón, disimulada manera de declarar que se han visto obligados a retirarse en algún punto, por miedo al ataque del enemigo; que un grupo de cuatrocientos hombres se ha pasado a los nacionales en el frente de Madrid; y que en la citada capital han aparecido muchas banderas blancas y alguna nacional, es decir, roja y gualda. Yo, esto de las banderas, no lo creo. Todavía es demasiado pronto para Madrid.

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Pepito ha tenido que guardar cama hoy, debido a la calentura que la inyección contra el tifus le ha producido. A mediodía ha quedado libre de fiebre y por la tarde ha comido un poco, encontrándose ya bien.
Nos ha dicho el médico don Joaquín Vila que debemos llevar al chico a un oculista, pues se fatiga mucho los ojos cuando tiene que fijarlos con atención, o sea, cuando lee, escribe, etc. A veces hasta le duelen y se pone a llorar. Asi es que cuando su madre vaya a Valencia, de aquí a unos días, se lo llevará a que lo reconozca un especialista y ordene lo que se deba hacer.

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La cabra Romera ha parido hoy una cría.
Como consecuencia de la actuación de los guardias de asalto se obligó a los carniceros a vender a precio de tasa, estos han cerrado las carnicerías.


Viernes, 29 de octubre de 1937. = Una docena de sardinas le ha costado hoy a Berta 5 Ptas. en casa de Salvoret el Botiguer. Así está todo. Ha puesto a la venta dos cajas y las ha despachado en menos de tres horas. Dinero lo hay en abundancia, ganado ya en jornales, ya comprando y vendiendo, ya percibido en la milicia o en los diversos enchufes que hay por ahí. Lo que no se halla es género a la venta.

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Hoy hemos comenzado los chicos y yo a recoger aceituna.


Sábado, 30 de octubre de 1937. = Los nacionales han avanzado un poco en Pozo Blanco -Córdoba-.
Millán Astray ha hablado en una fiesta de Falange Española, celebrada en Santander y dicen que daba gusto oírle.

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Blas Soriano ha hablado esta mañana con unos socialistas que estaban, los pobres, muy desanimados. Decían que ya no se podía triunfar. El Gobierno se iba a Barcelona y pronto veríamos por aquí a los alemanes y a los italianos, porque España les había sido vendida por los facciosos a cambio de ayuda. También me ha dicho Blas que en Orán se ha celebrado un mítin pidiendo al Gobierno Francés el reconocimiento de la beligerancia de los sublevados españoles, ya que son dueños de la mayor parte del territorio. Lo de la ida del Gobierno a Barcelona, ha resultado verdad. Lo dice "El Mercantil Valenciano" y la radio de Valencia. Para que no se alarme la opinión, el Gobierno rojo da a entender que si se va a Barcelona es porque desde un principio así lo tenía dispuesto, y el permanecer en Valencia tantos meses ha sido para organizar la defensa del centro y de levante. Ahora, ya ultimada esa organización, debe ir a Barcelona, cuya importancia estratégica, industrial y política es indiscutible... Que tenga buen viaje.

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Indalecio Prieto ha explicado el derrumbamiento de las fuerzas rojas de Asturias. Lo atribuye al aislamiento de aquella zona; a las rivalidades y luchas políticas y sociales de los diversos grupos combatientes; y a la actuación de los comisiarios políticos de aquel ejército, los cuales muchísimas veces, con su ignorancia e intromisión, frustraban las disposiciones y órdenes de los jefes y favorecían la suicida indisciplina. En este frente de levante, centro y sur, como no hay solución de continuidad, dice que no podrá suceder como en Asturias; y además, el ejército rojo que aquí opera está férreamente disciplinado.


Domingo, 31 de octubre, fiesta de Cristo Rey, de 1937. = El avance de los nacionales en Pozo Blanco ha sido de veinte kilómetros. Un batallón de los rojos, con sus jefes y oficiales, se pasó a los nuestros.
Aquí han llamado a los quintos de 19 años. Veremos cúando se van.

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Hoy he visto a Eleuterio Soriano Corredor, que de cuando en cuando viene a Puebla a dar un vistazo a la familia. Está gordo y bien, como en los mejores tiempos de la normalidad. Ha contado que un día de estos, en Valencia, estuvo en Teléfonos y saludó a una telefonista que conoce, a la que le dijo que la encontraba muy delgada. Ella se echó a llorar y dijo que en tres días no había podido comer más que unas pocas patatas fritas. Entonces Eleuterio sacó el almuerzo, que lo llevaba en el bolsillo y lo partió con la pobre mujer, que le quedó muy agradecida. Esto pinta cómo está Valencia, que es la capital más favorecida. No es de extrañar lo que sucedía a la telefonista que por acudir al servicio le era imposible formar en las colas de abastecimiento, en las que hay que estar horas y horas esperando que llegue la vez; y en muchas ocasiones, luego de aguardar una mañana o una tarde o acaso más, se termina el género y se marcha uno a casa de vacío y desesperado.
Una mujer de la Puebla llamada Amparo la Paulina, que reside en Játiva, nos ha traído hoy cinco sardinas muy buenas y grandes, a treinta céntimos cada una.

Lunes, 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos, de 1937. = Me dicen que en Castuera, provincia de Badajoz, han atacado los nacionales. No sé con qué resultado. Allí está un hijo de Petróleo.

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En Carcagente, según carta de doña Carmen Arbona, de Sala, a Lola Bononat, de Soriano, recibida ayer, ocho días que carecían de pan. Aquí lo están dando a media ración. Suerte que en casa aún tenemos harina y, además, algo de trigo por moler. Cuando se nos acabe será ella.


Miercoles, 3 de noviembre de 1937. = "El Mercantil Valenciano" trae hoy la noticia de que los nacionales han bombardeado Lérida con varios aviones procedentes de Zaragoza; y miren ustedes qué malos son esos fascistas: han destruido una escuela, de cuyos escombros iban sacados cincuenta cadáveres de criaturas. Siempre que esos señores bombardean alguna población, destruyen escuelas y matan niños. Es que, por lo visto, profesan odio a la infancia. Nunca matan a hombres hechos y derechos. Gozan de una puntería tan certera, que solo son a niños y a mujeres, con el sano propósito de hacerse antipáticos y con el objetivo cumbre de captarse la animadversión de todo el mundo civilizado, lo cual, de seguro, debe ser factor muy importante de la victoria, pues que tanto se empeñan en utilizarlo... Válganos Dios y cuán repapanatas es la pobre gente popular, que todo se lo traga y que da su sangre por defender a esos embusteros que medran a su costa y que de tal manera les toma el pelo!

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Me han contado que en Simat de Valldigna, pueblo rico, han estado unas cuantas semanas comiendo nada más que boniatos y cacahuete, porque no tenían otra cosa.


Viérnes, 5 de Noviembre de 1937. = El mismo día que los franquistas bombardearon Lérida, bombardearon también Barbastro.

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Casi no hay simiente de ninguna clase de cereal, ni tampoco casi abonos químicos, de donde resulta que algunos se se atreven a sembrar y muchos siembran sin abono, a salga lo que saliere. Si en este año, para el que todo el mundo sembró, no hay ya grano, considérese el que habrá en lo venidero si la guerra no termina.
Al cartero Florejat le cobraron en Algemesí, hace muy poco, 18 Pts. por un pienso de cuatro caballerías. Solo un pienso, entiéndase bien.
Los huevos han llegado a pagarse ya, aquí en la Puebla, a 2 Pts. uno.

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Estamos recogiendo la aceituna.


Sábado, 6 de noviembre de 1937. = Un muchacho de aquí, recien venido del frente, con permiso para unos días, ha contado que los rojos comienzan a estar muy mal. Aún van con la ropa de verano. A este respecto un comandante le decía a un comisario político: "Si yo fuera soldado, ya estaría en la otra parte, porque lo que ocurre es un escándalo..."

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Berta ha estado hoy en Játiva para ver a la curandera y comprar comida y otras cosas que hacían falta. La curandera la ha encontrado bastante mejor y le ha prescrito que siga el mismo régimen pero atenuándolo un poco.
Hoy he sembrado por mi propia mano -echado la simiente- cuatro hanegadas y media de trigo de la clase asòla-cambres. Ha sido en el campo que este año era melonar, en la partida del Enchilagar. No lo he abonado, porque no hay abonos químicos. Como yo, está haciendo la mayoría.

FIN del TOMO II